𝐒𝐂𝐀𝐑𝐘 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐕𝐨𝐥. 1 & 2

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Desperté y extendí mi brazo con la intención de abrazar a Marinette, sin embargo, por más que palpe el colchón esperando sentirla en algún momento, ella simplemente no estaba.

—¿Mari?  —pregunté abriendo los ojos  — ¿Dónde estás?

No recibí respuesta alguna, suspiré, me incorporé y me desperecé, estirando mis brazos por encima de mi cabeza a la vez que veía la hora en el reloj que decoraba el buró junto a mi...  Eran casi las 2 de la tarde.

—Pero que carajos...  ¿Desde cúando duermo tanto?

Oh si...  Desde siempre.

Finalmente decidí levantarme, caminé hacia el baño y después de orinar, me lavé las manos y la cara para salir de la habitación y dirigirme al comedor.

Una vez que llegué a éste, me encontré únicamente con mi madre sentada en una de las sillas, quien leía una revista mientras comía una rosquilla.

— Alta traición a los Crossaints — Murmuré a la vez que me acercaba a ella para besar su mejilla, Sharon volteó a verme, sonrió y me invitó a sentarme en el lugar vacío junto a ella.

— Buenas tardes, dormilón —Besó mi mejilla—. Creí que tendría que ir en busca de algún gato para poder despertarte.

— Hey, sabes que Plagg es el único que puede hacer eso.

Sharon asintió en medio de una suave risa.

—Extraño a esa bola de pelos...  —Suspiró dando otro mordizco a su rosquilla—. Mmh... Me acostumbré rápido a éstas.

Sonreí, saqué mi celular y al instante me percaté de un nuevo mensaje por parte de...

💬 Princesa: Acordamos que me dirías todo, pero ahora no cabe duda de que no puedo confiar más en ti.
Pd: No te tomes la molestia de buscarme.

—¿Pero que...?  —Tragué grueso y levante mi nerviosa mirada hacia mi madre, quien parecía haberse percatado de mi pánico interno—. Sharon...  ¿Has visto a...?

— Se fue — Respondió al instante — Dijo que tenía unos trámites de la universidad por hacer y que necesitaba regresar a París urgentemente.

Mierda... ¡Mierda!

Rápidamente regresé a mi celular con la intención de enviarle un mensaje, sin embargo, Marinette ya me tenía bloqueado.

Carajo...  ¿Pero qué demonios...?

Navegué por mis diversos chats, centréandome finalmente en un mensaje el cual no recordaba haber leído con anterioridad. 

Chloe B.  ¡Adriku! ¡Mi papi está de acuerdo en que viva contigo! Por suerte dejó de insistir con lo de la boda pero...  ¡Regresaré contigo!  ¡A París!

—No me jodas...  ¡Carajo!

Al instante me puse de pie y sin darle alguna explicación a mi madre, me dispuse a ir en busca de Mari.

— Hey ¿A dónde crees que vas?  —preguntó Sharon, sujetándome con fuerza por la playera.

—¡A detener a Marinette! ¡Tengo que hablar con ella y...! —. Enmudecí, al ver como mi madre negaba con la cabeza, tirando levemente de mi.