¿Pueden dos mejores amigos arriesgarse a perderse el uno al otro por darle paso al amor?
Adrien y Marinette son amigos desde que eran unos inocentes y tiernos niños. Crecieron juntos y su amistad se fortaleció, volviéndose prácticamente inseparable...
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Me encontraba sacando los libros que necesitaba de mi casillero, mi corazón aún dolía y mis ojos estaban un poco hinchados, sin embargo, me sentía más tranquila y en parte feliz. No podía negar que el tener a Luka conmigo era un gran apoyo y su compañía me tranquilizaba.
—¿Estás lista? —preguntó una vez que terminó de atarse las agujetas de sus botas. Yo asentí y cargué mi mochila la cual pesaba ahora un poco más debido a los libros extra.
—Lista, vámonos.
El sonrió y sujetó mi mochila para cargarla, yo protesté e intente quitársela pero me fue imposible, no solo era más alto que yo si no que también era más fuerte.
—De vez en cuando sería bueno que te dejaras ayudar.
—Tal vez sí pero... — Suspiré — No quiero ser una molestia.
—Tu jamás serás una molestia, boba.
Sonreí ladinamente y comencé a picar su abdomen con mis dedos.
—¿Seguro? ¿Seguro? ¿Seguro?
—¡Basta! —exclamó en medio de una risa para después pasar su brazo por encima de mis hombros.
Instintivamente, recargue mi cabeza contra su costado y caminé junto a él hacia la salida del plantel. Sin embargo, justo cuando pasábamos por el estacionamiento, escuchamos como alguien discutía a la distancia.
—¡Que te bajes, carajo! — gritó Adrien con voz exasperada. Luka y yo dirigimos la mirada hacia su dirección y fue entonces que nos percatamos de lo que se trataba todo aquel alboroto.
Mierda mierda mierda.
Catlyn estaba sentada justo encima del cofre de su auto y Juleka recargada a su lado, revisando su celular. Tenía que intervenir rápido o podría desatarse... Algo feo.
—¿Y porqué debería de hacerlo? — Preguntó Cat mientras se cruzaba de piernas y apoyaba su cuerpo hacia atrás.
—Porque es mi maldito auto.
—Pues es feo.
— Más fea eres tú.
—Mis fii iris... ¡Mari! ¡Luki! —gritó al momento que nos vió, deslizandose por el cofre y saltando para correr hacia mi amigo y hacia mi, abrazándonos. Luka me dedicó una mirada de intriga, al parecer a él también le preocupaba que Adrien y Cat se enteraran de lo que nosotros sabíamos de alguna manera que no fuera la correcta.
