Tu eres mi nerd (Camren) *Editando*

Capítulo 75 (Final)

Llamé a Ally para saber en qué clínica estaban y tomé el taxi, el recorrido se me hizo infinito, como si nunca llegará. No entiendo… ¿Por qué? Le agradezco a Niall por ser tan idiota. ¿Y si es una broma? ¿Será? Eso espero, aunque sería de mal gusto hacerme perder el avión por esto, bueno nadie me obligó a bajar, mi cabeza, mi mente decía: ‘quédate en el avión’ pero mi corazón no, y mis piernas se movieron solas hasta llegar a la puerta del avión.

Le pagué al taxista y me bajé rápidamente del vehículo, por mi cabeza pasaban muchas cosas, cosas que ojala solo estén en mi subconsciente y no suceda ninguna de ellas. Corrí por el pasillo hasta llegar a la recepción.

-¿Lauren Jauregui?- dije con el corazón apresurado, apretándose contra mi pecho. 

-¡Camila!- reconocía esa voz, Ally. Me di la vuelta veloz y la divisé que venía hacia mí. Fui rápido hacia donde ella estaba. 

-¡¿Dónde está?!- le grité. No sé que me pasaba, estaba alterada. Tenía una extraña sensación, algo que pasaría, algo que no me agrada y me hace estar de esta forma. 

-Primero, cálmate. Ella esta… bien- respondió en tono inseguro -Su familia está halla y estoy con tu mamá. ¿Y tu avión?- me preguntó.

-Ya debe haber despegado- contesté. No me importa. No me importa en absoluto, es solo un pasaje, un vuelo. Preferible para mí, es estar acá. Ya no aguanto más, la quiero ver, quiero ver como está, como se encuentra, en qué estado esta. Estaba impaciente. -Tengo que verla - dije.

-No se puede, está en observación, con riesgo vital…

-Me acabas de decir que ella estaba bien- dije con la voz entrecortada.

¿Para qué me mienten? ¿Qué sacan con eso? De verdad, me estoy poniendo insegura, siento que algo pasará. Comencé a caminar por el pasillo mientras mi corazón se aceleraba cada vez más, divisé a su madre, en una trágica escena. Lloraba y lloraba, nadie la paraba. Me inquietaba cada vez más, era terrible lo que estaba sintiendo en ese momento. No lo había sentido jamás. Supuse que la habitación en que ella se encontraba era la que estaba al lado de su familia. No aguanté, no pude. Irrumpí en aquella sala presenciando máquinas, artefactos por doquier. Lo que me importaba era ella y no la veía. Giré levemente mi cabeza y la vi; recostada en una camilla con máquinas a su lado, conectada a innumerables artefactos. Sus brazos… estaban llenos de marcas por causa de las inyecciones. Su nariz tenía un cable que llevaba a un aparato que le daba oxígeno. No había ningún doctor, ni enferma ahí, entonces me acerqué. No sabía qué hacer, quedé mirándola. Una lágrima callo por mi mejilla, acompañada por otras. Me acerqué lentamente hacia ella. Había una silla al lado de la camilla en la cual me senté, la observé: Tenía los ojos cerrados, los labios agrietados, su rostro…tenía múltiples heridas alrededor. Toqué su pecho y sentí que su corazón latía lentamente, apenas con la fuerza que aun tenía. La máquina que marca el ritmo cardiaco aun sonaba y mostraba en su pequeña pantalla líneas pequeñas de color verde. Rompí en llanto, era mucho…pensaba, imaginaba que podía ser una broma, al llegar a la clínica me di cuenta que no era así. Pero tuve la esperanza de que ella estuviera en una mejor situación, no en esta, no en la que estoy mirando en este momento. Lloré silenciosamente procurando no despertarla. Sentí un murmuro, alcé la vista y vi que lentamente abría sus ojos. Le acaricié su mano que estaba sin cables al rededor, pero ella se quejó al momento. Murmuró nuevamente. Me acerqué cuidadosa de no tocar nada que estuviera conectado a ella. Estábamos a una corta distancia, puse mi oído cerca de sus labios para tratar de escuchar lo que murmura. No sentía nada, se calló nuevamente y cerró sus labios sin emitir algún sonido. Le costaba parpadear, pero me miró. Giró la cabeza y me quedó mirando, yo con los ojos llorosos, apenas la veía. Me sequé con la manga de mi chaleco y observé a sus ojos, de la misma manera que ella observaba los míos.