Tu eres mi nerd (Camren) *Editando*

Capítulo 9

-Muy bien Lauren, pensé que te importaba- insinuó Demi.

-De que estupidez hablas- respondí mirando fijamente hacia el cielo.

-Nada. Deberíamos ir dentro que ya van a tocar.

-Dale- entramos a clase de literatura, que aburrido!

Como siempre me senté atrás y empecé a escuchar música, de pronto tocan la puerta de la sala y le pasan un papel al profesor, no sé por qué pero sabía que era para mí.

-¿Quiénes son las chicas de teatro aquí?- la mierda, no había nadie más de teatro aquí, solo yo. Fue toda una vergüenza tener que levantar la mano y tratar de salir de ahí con un poco de dignidad.

-Señorita Jauregui, vaya al teatro, la señorita Cole los citó- dijo el profesor.

Tal como me lo pidió, lo hice. Me pare con la vergüenza plasmada en mi cara, especialmente ahora que que todos me miraban fijamente, pero igual salí del salón y me fui. Me dirigí hacia el teatro, y justamente en el pasillo me topé con Camila.

-Hola- sonreí. Pero de sus labios no salía ninguna palabra, creo que estaba enojada.

-¿Estás?- le pregunté mirando sus hermosos ojos cafés -¡Oye háblame!- de repente por coincidencia del destino, llegó el estúpido Niall.

-Hola Camila... ¿Vas para el teatro?- sonrió.

-Hola Niall, sí- ya entendí, a él le habla pero a mí me ignora por completo.

-¡Por supuesto! Háblale a él pero ignórame a mi, gracias- insinué.

-Niall ¿Vamos?- dijo Camila tomándole la mano a Niall y yéndose con él.

Creo que estuvo mal actuar de esa manera en ese momento... pero no la traté mal, me sentí extraña... a él le toma la mano y a mí me la suelta, creo que sería mejor si me alejara de ella, porque sinceramente, ni yo sé lo que estoy @"sintiendo".

Seguí mi camino hacia el teatro y llegué sola sin ganas de hacer absolutamente nada.

-¡Arriba ese ánimo señorita Jauregui!- dijo la señorita Cole.

'Cállese que no tengo nada de ánimo vieja de mierda', era lo que originalmente quería decir, pero solo me dediqué a asentir con pocos ánimos.

-Los cité aquí por qué tengo una muy buena noticia- sonrió, tratando de subir el ánimo de la habitación, pero estaba tan desanimada, que solo quería tirarme en mi cama, ponerme mis audífonos y perderme en el mundo, aunque suene algo emo... y yo sea "rebelde" tengo mi lado... débil en vez de decir sensible.

-¡Miren y escuchen con atención!... Hay un concurso que se hace en dos meses más, me acaban de avisar, ¡por eso nosotros concursaremos para ser la mejor actuación!- exclamó emocionada.

-¿Y cuando empezaremos?- preguntó un chico del fondo.

-Lo más pronto posible, pero ahora realmente solo los llamé para avisarles e informarlos- la profesora siguió hablando un largo rato más, hasta que era hora para salir de clases.

Quería hablarle a Camila, pero estaba dudosa ya que no quería que me ignorara de nuevo. Finalmente terminé acercándome.

-¿Supongo que como te traje en la mañana, te llevo ahora?- insinué mientras sentía su indiferencia dirigida hacía hacia mí.

-¿Niall... te molestaría llevarme?- preguntó Camila mirándolo fijamente.

-No, claro que no, vámonos- nuevamente se tomaron las manos, y no sé qué mierda sentía, pero me daba una sensación muy extraña que probablemente nunca había sentido antes...

No la quise molestar más porque sabía que me ignoraría, así que solo tomé mi motocicleta y me fui a casa, al llegar mi mamá tenía las maletas listas para ir a acampar, y yo aún no arreglaba nada. Subí a mi habitación y hice mis maletas lo más rápido posible, porque estaba obligada a ir, ya que me prohibieron totalmente dejaron quedarme aquí.

-¡Lauren baja, nos vamos a ir!- exclamó mi madre. Acabo de llegar y ya me están apurando.

-¡Sí ya voy!- le grité más fuerte. Bajé las escaleras rápidamente con mi pequeña maleta, y me subí a la gran camioneta de mi padre; tenía la impresión de que iría más gente porque esta era muy amplia.

-Bueno, ahora pasemos a buscar a Sinu y a Alejandro- dijo mi madre poniéndose el cinturón de seguridad.

-Ok- dijo mi padre encendiendo la camioneta.

Mi padre Michael pasó por el mismo camino que tomé yo en la mañana, y ahí estaba la familia feliz esperando afuera de la casa de Camila. Mi papá se estacionó y yo me bajé a ayudar a guardar las maletas, ni que fuera una familia tan emocionada por unas enormes vacaciones, pero sus padres y los míos ya eran amigos desde mucho antes...

Camila iba abrir la puerta de la camioneta, pero yo fui más rápida y la abrí antes que ella, me miró extrañada y luego solo de sentó.

Más tarde, cuando todo estaba listo y las dos familias estaban en la camioneta, nos dispusimos a irnos. Se saludaron unos a otros y comenzaron a hablar.

-Te mentí...- le susurré en su oído a Camila.