2𝐓. 𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐜𝐢𝐧𝐜𝐨

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vanessa pov

Los minutos pasaron y al parecer Marty se fue al cementerio. Mientras tanto yo estaba intentando salir de aquí.

La única alternativa era gritar por ayuda, así que lo hice.

Por suerte alguien me escuchó y abrió las puertas. Al ver quien era, era Lorraine.

—Muchas gracias Lorraine...

—De nada, Vanessa. Por cierto, Marty está en el cementerio, el estaba muy preocupado por ti.

—...Lo había escuchado, sí... gracias por decírmelo.— sonreí un poco. Me despedí de ella y bajé por el ascensor.

Al llegar hasta el piso de abajo, salí del edificio corriendo yendo hacia el cementerio.

Llegué y lo empecé a buscar. Me detuve al ver la lápida de mi madre.

Trataba de no llorar.

—¡Vanessa!— me llamaron dos hombres y sabía quienes eran.

—¡Doc, Marty!— Marty y yo empezamos a apurarnos y nos abrazamos. Empecé a llorar junto a el.

—Vanessa, que suerte que estés bien... creí que te pasó algo malo... espera, ¿te hicieron algo?— me separó y me tomó de las mejillas inspeccionando mi rostro.

—No, solo me encerraron... lo siento por lo de tu padre, Marty... escuché todo.

—Debemos hacer algo, por cierto, ¿y tú madre?— preguntó y otra vez sentí las ganas de llorar. Él al notarlo me abrazó de nuevo.— ...Lo lamento.

—La mató, de nuevo...y la dejó ahí tirada.— dije entre llanto.

—...Chicos, debemos irnos.— interrumpió Doc algo triste. Los dos asentimos y nos separamos. El científico fue a abrazarme y correspondí.

Luego de esos minutos abrazados, fuimos hacia el laboratorio.

El Doc nos entregó un periódico y lo abrimos.

"GEORGE MCFLY ASESINADO"

—Fui a la biblioteca pública para entender esta locura, estaba tapiada. Así que me metí y me llevé estos diarios.— contó el Doc.

—No entiendo, Doc. ¿Cómo puede estar pasando? Parece que estamos en el infierno.— dijo Marty.

—No, es Hill Valley. ¡Pero el infierno no sería peor! Obviamente se interrumpió la continuidad del tiempo, creando una secuencia nueva que produjo esta realidad alterna.— explicó.

—Hable claro, Doc.— pedí mirándolo junto a Marty.

—Déjenme que haga un diagrama.— sacó un pizarrón y empezó a anotar.— Imagínense que esto representa el tiempo. Aquí estan el presente, 1985, el futuro y el pasado. Anterior a este punto, en el pasado, la línea del tiempo se desvió creando un 1985 alterno. Alterno para ustedes, para mí y para Einstein, pero para todos los demás, es la realidad.— se acercó al DeLorean y sacó una bolsa para después mirar a Marty. ¿Qué era eso?— ¿Recuerdas esto? Es la bolsa del libro de deportes. El recibo todavía estaba adentro. La encontré en la máquina del tiempo junto con esto.— sacó un bastón roto y lo miramos.

Yo estaba confundida, ¿qué libro?

—Es el mango del bastón de Biff. De tu papá anciano, el del futuro.— me miró.

—Correcto. Estaba en la máquina porque Biff estuvo en ella, con el almanaque de deportes.

—...Mierda.

—¿Ven? Mientras estábamos en el futuro, Biff tomó el libro, robó la máquina, volvió al pasado y en algún momento se entregó el libro a sí mismo.— explicó.— Miren. Aquí mismo dice.— sacó otro periódico y vimos a mi padre posando.— Biff ganó su primer millón de dolares apostando en una carrera de caballos en 1958. No ganó por pura suerte, tenía todos los resultados en el almanaque. ¡Así acumuló toda su fortuna!— miré a Marty algo enojada.— Observen con la lupa el bolsillo trasero.

Marty agarró la lupa y empezó a mirar por ahí.

—...El almanaque. ¡Ese idiota robó mi idea!

—Oh por Dios...— murmuré alejándome de allí lo más rápido posible. El Doc y Marty me miraron.

—¿Sucede algo, Nessa?— preguntó Doc.

—¿Si sucede algo? ¡Claro que sí! Este idiota compró ese estúpido almanaque para lograr tener dinero sin saber que en su vida triunfaría...claro, con sus padres que si tiene.

—¿Disculpa?— Marty se habia ofendido.

—Eres un imbécil. ¡Por tu culpa estamos en este problema! Si no comprabas el almanaque tendríamos a nuestros padres vivos y tu madre no estaría con el idiota de Biff.— escupí.

—Yo... lo lamento, Vanessa.

—No, no lo lamentas. Debías haber sido más inteligente y dejar tu ambición de lado.

—Chicos...

—Doc, sigue explicando...— dije algo dolida y el Doc luego de un silencio, empezó a hablar.

—...No es culpa de nadie, es culpa del DeLorean. Esto demuestra que la máquina se puede usar para el mal y por eso hay que destruirla, claro, después de que solucionemos esto.

Me crucé de brazos intentando no mirar a Marty ya que sentía su mirada en mí.

—Volveremos al futuro e impediremos que se lleve la máquina.— dijo Marty al ver que no iba a hablar.

—No podemos, si viajamos al futuro desde este punto, será el futuro de esta realidad. En la cual Biff es corrupto, poderoso, está casado con tu madre y asesino de sus padres. Y en la cual a mi me pasa esto.— nos mostró la portada de un periódico donde estaba el Doc.

"Recluyen a Emmett Brown, declaran loco al inventor"

Tragué saliva y dejé que Marty agarrara el periódico.

—Bueno, lo que hay que hacer es ir al año donde mi padre se dió el almanaque a sí mismo e impedirlo para que este no sea el futuro.— expliqué.

—¡Claro! Solo tenemos que saber el horario, el día, el mes y en que año.— dijo el Doc.

—Le preguntaré.— dijo Marty y me miró para ver si podía ir con el.

—No iré contigo, acompañaré al Doc. Y si me disculpan, ya me estaré preparando.— dije y me fuí al DeLorean.

Ya quería que este presente cambie, y creo que lo del futuro lo estoy cambiando.

𝗕𝗜𝗙𝗙'𝗦 𝗗𝗔𝗨𝗚𝗛𝗧𝗘𝗥 - 𝗺𝗮𝗿𝘁𝘆 𝗺𝗰𝗳𝗹𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora