𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐢𝐞𝐜𝐢𝐧𝐮𝐞𝐯𝐞

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narrador omnisciente

Llegaron a la casa del Doc y empezaron a vestirse rápidamente. Vanessa guardó el vestido en su mochila ya que le había gustado.

—¡Rápido, Marty!— exclamó desde la habitación del Doc.

—¡Espérame!— gritó, ella salió y al estar muy apurada se tropezó y cayó por las escaleras. Se quejó al llegar al suelo.

—¡Auh! Malditas escaleras...

Marty rió mientras bajaba, Vanessa metió su pié delante de el haciendo que cayera.

—Karma. Ya dejemos de hacer idioteces y vayamos hacia la torre del reloj.— dijo levantándose al igual que Marty y ambos fueron al auto para después irse hacia allá.

Llegaron y salieron, el viento chocó contra el rostro de los dos.

Fueron rápidamente a destapar el DeLorean junto al Doc.

—¡Llegan tarde! ¿No tienen noción del tiempo?— los regañó.

—¡Tuvimos que cambiarnos de ropa!— respondió Marty.

—¿Cree que íbamos a volver vestidos así? Aunque no me molestaría, amé ese vestido.— Vanessa dejó de ayudarlos para acomodarse el cabello como si fuese una diosa.

—¡Vanessa!— la regañaron con un grito.

—¡Lo siento lo siento!— los ayudó de nuevo para sacar lo que tapaba el DeLorean.

—Doc, mi papá estuvo increible, y la mamá de Vanessa pudo besar a Biff. ¡Funcionó!— contó.

—¿En serio?— los miró y los adolescentes asintieron con la cabeza.

—Desmayó a Biff de un golpe.— Vanessa le mostró la fotografía al Doc.— No pensé que podría hacerlo, nunca se había enfrentado a Biff.

El Doc agarró la foto viendo como Marty y sus hermanos estaban allí.

—¿Nunca?— se sorprendió.

—No, ¿por qué?— cuestionó Mcfly.

—...No importa, ajustemos la hora de su llegada.

Le ajustó el tiempo de llegada y Vanessa miraba todo con curiosidad a pesar de que no sabía muy bien como era el plan y esperaba que funcionara. Escuchaba como el Doc le explicaba a Marty y le agradeció a cualquier Dios de que Mcfly sea el que manejaba ya que ella no entendía nada.

—Bueno, creo que eso es todo.— terminó de hablar. Vanessa y Marty lo miraron en silencio.

—...Gracias.— dijo Marty.

—Gracias a ustedes.— derepente Marty lo abrazó, el Doc correspondió.— Nos veremos en 30 años.

—Eso espero...

Vanessa suspiró tristemente tratando de no llorar.

El Doc se separó.

—¡No se preocupen! Si golpean el cable con el gancho a exactamente 140 kilómetros por hora, cuando el rayo caiga en la torre... todo saldrá perfecto.— explicó.

𝗕𝗜𝗙𝗙'𝗦 𝗗𝗔𝗨𝗚𝗛𝗧𝗘𝗥 - 𝗺𝗮𝗿𝘁𝘆 𝗺𝗰𝗳𝗹𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora