𝗕𝗜𝗙𝗙'𝗦 𝗗𝗔𝗨𝗚𝗛𝗧𝗘𝗥 - 𝗺𝗮𝗿𝘁𝘆 𝗺𝗰𝗳𝗹𝘆

2𝐓. 𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐭𝐫𝐞𝐬

marty pov

Luego de tanta espera, escuché al Doc.

—¡Marty! ¡Ven, rápido!— gritó y, confundido, me acerqué a el con rapidez.

—¿Qué pasó?

—¡Solo sígueme y ayúdame!— ordenó y corrí detrás de el. Nos acercamos a una casa y vi a Vanessa desmayada en el suelo.— Sostenla de las piernas.— le hice caso y el la sujetó de los hombros. Ambos empezamos a llevarla hacia el DeLorean.

—¿Qué le sucedió?— pregunté algo preocupado.

—Se vió mayor y se desmayó, tal como lo había previsto. Se pondrá bien, hay que llevarla de regreso a 1985. Luego, destruiré la máquina del tiempo.

—¿Destruirla? ¿Y todo eso que dijo de la humanidad? Saber adónde vamos y por qué.— lo miré.

—Es demasiado peligroso, como lo demuestra este incidente.— respondió.— ¡Imagínate si cae en las manos equivocadas!

Abrimos la puerta y me senté para después acostarla arriba mío.

—Lo único que siento es que no iré a mi época histórica preferida, ¡el viejo oeste! Pero viajar en el tiempo es peligroso.

No pude escucharlo más ya que me centraba en ver a Vanessa.

—¿Marty?— murmuró, sonreí.

—Hola Vanessa, ya estás bien, estás aquí...conmigo, y con el Doc claro.

Sus ojos se abrieron de a poco hasta encontrarse con los míos. Rayos, sus ojos eran muy bonitos.

—Acabo de vernos...

—¿Qué?

—A nosotros dentro de 30 años, yo soy más linda que tú.— bromeó con una sonrisa.

Rodé los ojos al escucharla.

—Tranquila, debemos impedir que pase eso.

—¿Pero cómo?

—No lo sé... necesitas buscar a alguien que ames y que te ame como eres, yo... estoy enamorado de Jennifer y planeo seguir así.

—Le gusto a Nedlees, ni pienses que aceptaré esas miles de citas que me pide.— negué con la cabeza.

—No es necesario que sea el, Vanessa. Busca a otros chicos, claro, es un consejo. No es necesario que si o si salgas con alguien, quizá quieres estar sola.— dije.

—...Lo pensaré.— la puerta del conductor se abrió y lo miramos.

—Hola Vanessa, me alegra que vuelvas a estar con nosotros.— la rubia se sentó de nuevo arriba mío y miró con enojo al Doc.

—¿Le alegra? ¡No debió ponerme esa cosa para dormirme! Nada de esto hubiese pasado.

—Lo siento, Nessa. Hacias muchas preguntas sobre tu futuro y eso es peligroso.

—...Claro.— se cruzó de brazos y al despegar se agarró de mi cuello rápidamente. Volvimos al tránsito donde habían muchos autos voladores.