𝗕𝗜𝗙𝗙'𝗦 𝗗𝗔𝗨𝗚𝗛𝗧𝗘𝗥 - 𝗺𝗮𝗿𝘁𝘆 𝗺𝗰𝗳𝗹𝘆

𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐨𝐧𝐜𝐞

vanessa pov

Fui a buscar a mi mamá mientras que Mcfly fue a buscar a su padre. La vi corriendo y me apuré.

—¡Ginna!— la llamé, ella se dió vuelta y al notar que era yo rodeó los ojos.

—¡Déjame sola!— rogó mientras llegaba a su casa.

—Oye, debes estar con Biff y eso es obligatorio. ¡No quiero llevarlo en mi mente toda la vida! Claro si es que vivo.— dije, ella se detuvo enojada.

—¿Obligatorio? ¡Tu no me puedes obligar! Le gustas a Biff, es obvio.

—No, no le gusto... y el no me gusta a mí, Ginna. Debes entenderlo...— intenté convencerla.

—Dejame tranquila, ¿sí? Buscaré a otra persona para el baile, tu puedes ir con el. O mejor... salir con Calvin. ¡Eres tan mala!

—¿Calvin? ¿Y yo, ser mala?— estaba dolida por sus palabras.

—Se lo estás robando a Lorraine.

—¿Qué? Ni si quiera me gusta Mc... Calvin. ¿Por qué supones eso?

—Te defendió... digamos que nunca hemos visto en la escuela que alguien se enfrente a Biff y menos para proteger a alguien.— contó.

—Eso da igual. Puede ser que me haya defendido y estoy agradecida, pero eso no tiene nada que ver.

—Le gustas a Calvin y a Biff... justamente los dos chicos que nos gusta a Lorraine y a mí, ¡finalmente Biff tenía razón, si que eras una de esas!— cerró la puerta con fuerza.

Apreté mis labios, mis manos también lo hicieron y mis ganas de desahogarme crecieron. ¿Por qué todo era muy difícil?

Mis ojos se cristalizaron y rompí en llanto, si fuera otra persona que me dijera eso no me afectaría, pero ella era mi madre.

Al parecer las apariencias engañan.

Yo no quería salir con Biff, es mi papá. No sabía como hacerla cambiar de opinión. Solo bufé entre lágrimas y empecé a caminar mientras intentaba detener el llanto pero era imposible.

marty pov

Llegué a la casa del Doc luego de tener esa idea, espero que funcione, claramente necesitaría la ayuda de Vanessa para que patrulle la zona.

Por cierto, ¿dónde debe estar?

Y... que extraño decir su nombre.

—Hola Doc.— saludé.

—Hola Marty, ¿y Vanessa?

—No lo sé, eso me preguntaba. De todos modos, no me interesa.— reí sentándome en el sofá.

—¿No te interesa?— me miró.

—Uhm, no.

—Ajam...— fruncí mi ceño.

—¿Y ese "ajam"?— lo miré.