𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐨𝐜𝐞

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vanessa pov

Era de noche y no podía dormir por el hecho de pensar en Marty. Desde lo que pasó en la tarde estamos con una tensión que yo no he tenido antes, y es que era obvio, pues casi nos besamos.

—Oh vamos, Vanessa. Duerme.— murmuré para mi misma.

Mis ojos empezaron a pesar y suspiré dispuesta a dormirme, hasta que escucho la puerta abrirse.

Abro mis ojos y veo que era Marty.

—¿Sucedió algo?

—¿No recuerdas? Tenemos que ir a...

—¡Ah si! Claro. Bueno, vamos.— me levanté y caminé hacia el living.

—...¿No vas a cambiarte?— preguntó mirando mi pijama.

—No, no hace frío.— respondí mientras me preparaba un té.

—Bien. Por cierto, te queda bien el blanco.— dijo y sonreí.

—Gracias. ¿Y tú te vas a cambiar?

—Claro que si, para el plan que tengo sí.— sonrió y se fue a cambiarse.

Confundida y ansiosa por saber, empecé a tomar el té. Revisé el reloj y eran las 4 AM.

Debía estar durmiendo.

La puerta se abrió y se hizo ver a un Marty con el mismo traje antirradiación que trajo de 1985.

Reí un poco.

—Qué galán.— alagué sarcásticamente.

—Lo sé.— se sacó el casco.— ¿Nos vamos?

—Claro...— asentí y puse la taza para lavar. Ambos salimos de la casa y empezamos a caminar hacia la casa de George.— ¿Qué vas a hacer cuando volvamos?

—Uhm, tenía planeado ir al lago con Jennifer pero chocaron la camioneta así que... no va a ser posible al parecer. ¿Y tú?— contó.

—Supongo que estar con mi padre como siempre lo he hecho. O conocer a alguien.— respondí.

—...Me parece bien.— llegamos a una casa algo oscura.— Aquí vive mi padre.

—¿Y dónde entraremos?— pregunté.

—Por la ventana, duh.— responde y suspiré.

—¿Seguro? Si nos llegan a atrapar juro por Dios que te quedas sin hijos, Mcfly.— lo amenacé señalándolo con el dedo índice.

—No planeo tener hijos con Jennifer.— nos acercamos a la ventana y la abrió sin problema.— Las damas primero...— murmuró divertido y traté de no reír.

Entré y noté que estábamos en el living de la casa. Luego escucho a Marty entrar.

—¿Dónde es su habitación?— pregunté en voz baja.

—La buscaremos, o mejor dicho, la buscaré. Tú vas a ver que no venga nadie.— dijo y asentí con la cabeza.

Miré como Marty iba hacia una habitación y yo lo seguía con la mirada hasta que escucho la puerta abrirse. Lo sigo y ya había entrado al cuarto.

𝗕𝗜𝗙𝗙'𝗦 𝗗𝗔𝗨𝗚𝗛𝗧𝗘𝗥 - 𝗺𝗮𝗿𝘁𝘆 𝗺𝗰𝗳𝗹𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora