A sólo una semana de lo sucedido, Tsuyu aún no podía creer lo que un momento de valentía le hizo hacer; cómo fue que en cuestión de segundos abrió su corazón y se permitido ser libre, parecía irreal que hace unos meses Bakugo fuera un simple amigo y que ahora, hace pocos días se estaba besando con él en una bodega vacía de su escuela.
Aún no podía creerlo, pero tampoco sentía arrepentimientos, quizás un poco de miedo por arruinarlo, pero los arrepentimientos parecían irse con cada sonrisa del rubio, con cada beso, con cada abrazo.
-Linda, Tsuyu. -Pedía insistentemente la madre de Tsuyu.
-¡Kero! P-perdona mamá, no estaba prestando atención.
-Ya veo, no me haz dicho si irás o no a tu reunión de exalumnos, recuerda que puedes ir, no te preocupes por la tienda, yo puedo venir una vez que salga del trabajo.
-¿En serio podrías? No quisiera que trabajaras de más mamá, la compañía de por si te exige bastante, kero.
-Tranquila, sólo es por un rato. -Beru sonreía calmadamente.
-"Dios, pídeme que me quede en la florería mamá, no me facilites más las cosas" -Pensaba Tsuyu regresándole la sonrisa, pedía a gritos una excusa para cancelarles a Shoto y Mina pues de verdad no deseaba ir.
-Ahora que recuerdo, deberías ir yendo a llevarle estos brotes de suculentas a Mitsuki; cielos, ya le he dicho que deje de comprar plantas si no las necesita, pero ya sabes, le encanta apoyarnos jaja. -Beru le entregaba una cesta con los brotes a Tsuyu.
-¿A la c-casa de los Bakugo? Kero.
-Mmm, naturalmente jaja, querida últimamente haz estado rara.
-Sí, qué tonta jajaja, "¿Katsuki chan estará ahí?" Está bien mamá, ahora voy.
Tsuyu tomó el encargo de Beru y salió de la tienda en dirección a la casa de Bakugo, no sabía porqué pero sentía dos cosas en ese momento, nervios por ver de nuevo al chico con el que se ha estado dando cariño en estos días, y pavor por la idea de que Mitsuki se dé cuenta de que una mujer mucho mayor se está emparejando con su hijo.
Con temor tocó al timbre esperando lo peor, quizás y hasta terminaba rompiendo la relación de amistad que ambas familias tenían o le prohibía acercarse a Katsuki, sin embargo quien abrió la puerta no era la rubia mujer madre del chico, sino el mismo chico.
-¿A-asui? -Preguntó Bakugo aún en sus pijamas y lo que parecía ser un parche térmico en la frente.
-Katsuki chan, kero, "gracias al cielo abrió él", tu mamá nos pidió estas. -Mostró los brotes. -¿Puedes dárselos por mí...? ¿Oye te encuentras bien? Te ves pálido.
Tsuyu notó que el chico estaba sudando más de lo normal y que parecía tener una mirada algo desorientada.
-Tsk, estoy bien, sólo agarré un puto resfriado de la noche a la mañana, espero no habértelo pasado con los besos de antie... E-es decir, b-bueno es que m-me preocupa q-que, es que, tsk mierda...
Tsuyu no sabía si la fiebre le daba ese rojizo tono en las mejillas o era la pena lo que lo teñía, hasta cierto punto era demasiado tierno. -Kero, yo me siento bien. -sonrió alegremente. -¿Estás solo?
-"¿P-por qué lo pregunta? ¿Acaso q-quiere que estemos a s-solas?" -pensaba el rubio. -S-sí, n-no hay nadie. Llegarán hasta t-tarde hoy ¿P-por qué?
-Ya veo, ¿Pero estás tomando buen cuidado de ti verdad? Sin Mitsuki puede ser difícil, kero.
-Ah... Era eso, tsk, claro que puedo cuidar bien de mí, ni que fuera un niño, me subestimas. Una puta fiebre no es problema para mí agh.
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"Entonces déjame estar contigo" Bakugo y Tsuyu
Romance¿Qué conlleva sentir atracción por alguien mayor que tú? quizás, ¿Dificultades disfrazadas de amor? o talvez, ¿La justificación de los rumores y el juzgar de la gente tras tu espalda sólo por hacer algo "incorrecto"? A lo mejor hasta la compasión aj...