"ME QUEDARÉ CONTIGO"

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-Tuve miedo de verle siendo juzgada por los demás... Quizás no lo comprendas, pero como padre, tuve miedo de verle sufrir a causa de alguien irresponsable que no la tomara en serio, es decir. ¿Qué seriedad le daría un chico de 17 años?

-¡Oiga!

-No ví... No ví que estaba equivocado. -Sonrió.

-¿Uhm?

-Ahora comprendo chico. Que Tsuyu no podría haber escogido mejor compañía; lamento tanto lo que les hice pasar... Lo que les hice sentir... L-lo que le hice sentir a mi hija. -Quizás esos ojos podían cristalizarse, pero no sabía cómo dejarlo salir. -Hice sufrir a mi esposa y a mis otros hijos por creer que Tsuyu saldría lastimada... Cuando en realidad estaba bien contigo, siempre estuvo bien contigo... N-no merezco llamarme un padre...

-Tsk. -Bakugo le miró, ese hombre se veía deshecho. -Oiga, levántese. Se nos hará tarde.

Ganma le miró confundido. -¿Para qué?

-Tenemos que ir por Asui, ya casi termina su turno.

-¿E-en serio puedo acompañarte?

-Tsk, no me pregunte eso, actúe como un padre maldición. -Decía mientras presionaba los botones del elevador.

-Está bien... Espero no incomodarle, de seguro prefiere no verme. -Sonrió cabizbajo.

-Agh, ella no piensa así, aunque no me lo diga, sé que los extraña. -El rubio giró la cabeza. -A veces se sienta sola en el balcón con esa tonta mirada... Suspira y ni siquiera toda mi compañía es suficiente, ella necesita de su familia.

-Ya veo. -Ganma sentía que aún podía arreglar las cosas, que aún podía remediar su error pero también sentía una enorme vergüenza.


-Kero, mi espalda está matándome. -Decía Tsuyu en cuanto pudo salir de su turno. -Quizás Katsuki chan no vendrá, debería llamar un tax... ¿Papá?

Tsuyu se topó con ellos, no sabía si habría más problemas o discusiones pues Katsuki se veía incómodo.

-Tsuyu. -A Ganma no le salían las palabras, seguía sintiéndose culpable. -Y-yo...

-¿Q-qué ocurre? ¿Katsuki chan?

-Tu padre tiene algo que decirte, tsk.

-Hija, v-verás... -Silencio de nuevo.

-Aggh, ¡si no van a hablar aquí al menos háganlo en el departamento! -Bakugo tomó a ambos de las manos con rudeza, minutos después ya se encontraba esperando en el corredor a que esos dos terminaran con su charla dentro del departamento.

-Mmm, como tardan. -Bakugo estaba molesto, ya habían pasado 2 horas; aunque no podía negarlo, le alegraba saber que Tsuyu podía arreglarse con su familia.

-Katsuki chan, vas a helarte ahí afuera. -Decía Tsuyu a penas abriendo la puerta para que entrara.

-¿Dónde está?

-En el baño, kero. -Tsuyu arqueaba levemente sus labios, quería sonreír. -Entonces, ¿Papá y tú tuvieron una charla también? Kero.

-Algo así, tsk. Más importante. -Bakugo le miró. -¿Todo bien?

-¡Kero! -Tsuyu asintió con una enorme sonrisa. -Dijo que podía volver a casa, y a la florería.

Bakugo se erizó, pero no podía oponerse. Con calma tomó a Tsuyu entre sus brazos pegándola a él. -Me alegra escuchar esto. -Sonrió cabizbajo para después besar la cabeza de la mujer.

-Katsuki cha...

-Gracias por dejarme usar el baño. -Dijo Ganma. -Creo que es mejor irme antes de que sea más tarde. -Sonrió acercándose a Tsuyu. -nos vemos entonces.

-Tsk, no sea tonto. -Bakugo lo empujó en dirección a la habitación. -Es tarde, usted lo dijo.  Quédese esta noche, mañana se va por la mañana.

-P-pero, sería incómodo para ustedes. -Decía Ganma. -¿Dónde dormirán?

-Tsk, en el sillón. Iré por algunas mantas. -Decía en dirección al armario.

-¿Katsuki chan, estás seguro? Kero. -Tsuyu le miraba curiosa, aunque no recibió respuesta. -Supongo que eso es un sí. Está bien papá, sólo será por hoy.

-Está bien... -Ganma agachó la mirada. -Aún siento que no merezco ser tratado así por los dos, Tsuyu.

-Vamos, está bien papá, kero. -Tsuyu sonrió puramente, era su sangre, su padre.

-Tsk, buenas noches. -Bakugo salió de la habitación con un montón de mantas, y en cuestión de segundos se acomodó en aquel sillón. -Te dejé un futón en la habitación Asui. -Dijo en voz baja dándoles la espalda.

-Kero. -Tsuyu soltó una risita. -Entra papá, descansa.

-Descansa... Igual. -Ganma notó que Tsuyu no iba a entrar con él, supuso a qué se debía por lo que pasó a sonreír levemente. -Descansen.

Tsuyu se acercó con cuidado a aquel rubio y con calma se metió con él en el sillón.

-Vas a resfriarte, regresa a la recámara. -Decía Bakugo sintiendo como Tsuyu le abrazaba por la espalda.

-Aquí es más cálido. -Tsuyu se aferró más a él. -Piensas que regresaré a casa de mis padres, ¿Verdad?

-Uhm, ¿Por qué no lo harías? -La voz de Bakugo era suave, tranquila y resignada. -Ahora están bien, sería lo más lógico.

-¿Y si no quiero volver Katsuki chan? -Tsuyu aprovechó que era pequeña y se deslizó encima de Bakugo para quedar frente a él. -Así está mejor, kero. -Reía.

-Ja, eres ágil. -Bakugo la abrazó. -Está bien, regresa con ellos. No te preocupes por mí.

-Uhm. Es nuestro hogar, ¿Lo recuerdas? ¿Cómo podría simplemente irme? -Sonrió. -Sólo iré a trabajar en la florería, no te preocupes por ello, kero.

Bakugo se sonrojó y pasó a hundirse en el cuello de Tsuyu. -¿Hablas en serio?

-Muy en serio, ¡Ahora ven aquí! -Tsuyu tomó su rostro y le llenó de besos.

-Ja, espera. -Katsuki se sentía calmado. -Espera jaja hace cosquillas.

-Katsuki chan. -Tsuyu le mostró aquella sonrisa que podía hacerlo caer un billón de veces seguidas a sus pies. -Te amo. -Soltó con voz dulce.

Quizás Bakugo ya sabía esto, pero lo confirmaba una vez más, que esa mujer podía enamorarlo las veces que fueran necesarias. -A-asui. -Bakugo la acercó poniendo su mano en su nunca y con desesperación la besó.

-¿También me amas? Kero.

-Tsk, e-eso es algo obvio. -Bakugo seguía besándole.

-Pero dilo. -Tsuyu le miró completamente sonrojada. -¿Katsuki chan me ama?

-T-te... Amo, lo hago... Y mucho. -Esta vez Bakugo sonrió como casi nunca suele hacerlo más que con ella, con calma y tranquilidad.

-K-kero. -Tsuyu se escondió en el cuello de Bakugo, su corazón no dejaba de latir. -Me quedaré contigo, kero.

-Uh, lo sé. -Sonrió.

"Entonces déjame estar contigo" Bakugo y TsuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora