"TE PERTENEZCO"

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Pasadas de las 10 pm, Tsuyu no veía la hora en la que se Bakugo llegara. Tan pronto cerró la florería subió a su cuarto y se tiró sobre la tibia agua dentro de su bañera. Sentía como sus músculos se relajaban y no por el líquido ni la temperatura, si no por la sensación y la paz de saber que no tenía que preocuparse de nada más, como si un peso enorme se fuera de sus hombros.

Quería estar lista para verlo más tarde, por lo que sintiéndose una adolescente en sus 16, se vistió con una pijama un poco más liviana a lo que usualmente usaba para dormir; Bakugo le dijo que dejara de verse como una anciana o como algo repulsivo, por lo que esas telas grandes y pesadas no iban de acuerdo a la imagen que deseaba transmitir de ahora en adelante, un shorts color uva y una blusa de mangas largas a rayas la acompañaban en su espera del rubio.

A sólo 5 minutos después de las 10, escuchó un gravilla chocar contra su ventana, se asomó y se encontró con el chico que pedía con la mirada que le abriese. Por un ligero momento recordó a esos dos sujetos, aunque fue un leve instante, ahora realmente tenía a alguien por quién valía la pena mirar.

-Llegas tarde, kero. -Dijo sonríendole a Bakugo desde arriba.

-Tsk, es culpa de mis padres, no se quedaban dormidos. ¿Puedo subir ahora?

-No sé, ¿Vas a pagar? -Tsuyu reía pues a "pago" se refería a una vieja costumbre que tenían ellos dos desde hace años cuando Bakugo era un niño y traía a su casa dulces o alguna otra curiosidad para que le dejara subir a su cuarto, una cuota de un juego infantil.

-Tsk, déjame subir y ya veremos. -Bakugo le regresó la sonrisa.

-Bien, kero. -Tsuyu se hizo para atrás tan pronto el rubio trepaba por las enredaderas de su pared. -¿Dónde está mi pago?

-Ah sí. -Bakugo rebuscó en los bolsillos de su chaqueta y mientras Tsuyu ponía atención en esto, con su mano libre tomó el mentón de la peliverde para depositar un corto beso en sus labios. -¿Suficiente pago?

-K-kero. -Tsuyu se sonrojó. -N-no es suficiente.

-¿Ah no? Ja, Entonces ¿Qué tal otro? -Decía acercándose a ella, el hecho de poder tocarla ya no parecía tan lejano como antes, ahora era tan sencillo el poder tomarla de la cintura que juraría que estaba soñando.

-Q-quizás.

Con una sonrisa burlona al saber que era capaz de hacerla sonrojarse, Bakugo retomó el beso que comenzó, movía sus labios sobre los de ella con la intención de palpar lo suaves que eran, no podía negarlo, besarla se podía convertir en una adicción.

-¿Con esto basta, Asui?

-K-kero. P-por ahora. -Tsuyu fruncía el ceño y aunque frotase sus mejillas el vivo rosado no se iba.

-Bien, ¿De qué más querías hablar? -Preguntó Bakugo mientras se sentaba en el suelo.

-Nada importante realmente, s-sólo quería estar segura de que no te arrepientes.

-Tsk, otra vez lo mismo, ¿No te dijeron algo estos besos? Entiende que no.

-E-Está bien. -Tsuyu sonreía mientras se sentaba en la cama al lado de Bakugo. -Katsuki chan.

-¿Uhm?

-Sabes... Siempre pensé que los hombres sólo buscaban una sola cosa de nosotras, y a penas comprendo que estaba muy equivocada, tú me enseñaste a confiar, kero. Sé que tú no buscas "eso" en mí y no podría estar más tranquila que esto, gracias Katsuki chan.

-A "eso", ¿Te refieres al s-sexo? -Bakugo preguntó esto en un tono bajo mientras jugaba con sus pulgares.

-¿Uhm? Pues sí, es decir. Sé que no buscas eso de mí porque eres diferente a esos dos... Han pasado algunos meses y sólo me haz ayudado a comprender que estaba mal, me haz ayudado a sanar. -Tsuyu sonreía para sí misma, sentía una calidez en su pecho al saber que por fin tenía un amor sincero y desinteresado. -Y ni siquiera quieres algo a cambio, Kero. Sé que me amas de verdad.

"Entonces déjame estar contigo" Bakugo y TsuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora