"Entonces déjame estar contigo" Bakugo y Tsuyu

"ARRUÍNAME"

Un par de semanas pasaron entre esos besos y toqueteos pasados de tono por parte de Tsuyu y Bakugo, un par de semanas en las que Bakugo se sentía pleno, se sentía vivo; un par de semanas en las que Tsuyu se sentía amada, se sentía respetada.

Todo se sentía maravilloso, pero algo pasaba por la mente del chico en los últimos días. "No hemos salido ni una sola vez"
Pensaba, pues parecía que se habían saltado varios pasos antes de su primera cita.

Al menos Bakugo y Tsuyu querían una cita normal; pero ahora, la chica tenía que entender la preocupación de ese rubio. Encima de esa rueda de la fortuna, al tope de la cima, un problema más se añadía a la lista.

Horas antes...

-¿Segura que estás bien con venir aquí? Quizás hubiera sido mejor si te llevaba a cenar. -Bakugo se mostraba un tanto ansioso.

-Para nada, kero. Me gustan los parques de diversiones, hace mucho que no venía a uno. -Tsuyu sonreía, un restaurante podría parecer lo indicado para una adulta como ella, pero un parque de diversiones era lo apropiado para un adolescente como Bakugo, no deseaba orillarlo.

Bakugo la miró. -Bueno... ¿A dónde quieres subir primero?

-¿Cuál es el más peligroso? -Tsuyu rió.

-¿Para qué? ¿Para no subir? jaja.

-Kero. -Negó. -Iremos a los más peligrosos primero. -Tsuyu lo tomó del brazo en dirección a la montaña rusa.

-Ja, así se habla. -Quizás lo sobrepensó, si el día iba bien, el chico seguiría con esa sonrisa en el rostro.
Mentira.

Primer golpe, 7:30 pm:
-¿Dos boletos para ti y tu hermana cierto? -Preguntó aquel encargado.

-Tsk, no es mi hermana. "un déjà vu"

-No importa, kero. Está bien. -Tsuyu pagó con el dinero que sacó de la bolsa de Bakugo y sin prestarle atención al error del encargado, tomó al chico de la mano lo más rápido posible.

-Pero Asui, ese idiota dij...

-No pasa nada, él no sabe. -Sonrió.

-Tsk...

Segundo golpe, 8:20 pm:
-¡Eso fue muy divertido! -Tsuyu decía totalmente alegre. -Hay que hacerlo de nuevo, kero.

-¿Te divertiste? -Sonrió. -Ni siquiera es la más alta a la que he subido. -Alardeó.

-¡Pero si era enorme! Jajaja. -Tsuyu respiraba agitada, su corazón aún latía al ritmo de esa atracción turística y sus mejillas estaban coloradas por la emoción; algo demasiado atractivo, según Bakugo.

-Estás roja. -Bakugo recordó esos colores como aquellos que lograba hacer cuando estaban a solas.

-Kero, está haciendo calor. -Sonrió al sentir la mano de Bakugo en su mejilla, sabía que se avecinaba un beso y lo esperó ansiosa pero algo los frenó.

"Mamá ese chico va a besar a esa señora"

Una pequeña niña que era tomada por su madre, soltó con la inocencia que tiene un infante.

-Shh linda, no digas esas cosas. L-lo siento mucho, pensó que eran pareja jaja. -Decía la madre avergonzada por su hija.

Bakugo tenía tantas ganas de corregirlas y afirmar que lo eran, pero no podía pelear con una niña de 5 años.

Tsuyu por su parte se sentía alterada, debía tener más cuidado con lo que hacía con Bakugo en el exterior.

Tercer golpe 10:00 pm:
-¿A dónde quieres ir ahora? -Bakugo se mostraba irritado.