"DESDE HOY HASTA MI JODIDA MUERTE"

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-Señor Jeanist, ¿No le parece que ese tipo ha estado actuando un tanto raro últimamente? -Preguntaba aquella rubia.

-Mmm, ¿Raro en qué sentido? -Dijo mirando a Bakugo desde lejos, el rubio mantenía su cabeza pegada a la mesa de aquel comedor.

-Bueno, no me ha insultado. -Bromeó. -No en serio, parece molesto, incómodo... No sé, quise hablar con él pero fue inútil. -Dijo Camie, le preocupaba su compañero.

-Quizás sólo está cansado, sigue con tus labores Utsushimi.

-Okey, si usted lo dice.

A Jeanist la duda le rondó por la cabeza y tal cual había notado, ese chico parecía extraño.

-Bakugo, ¿Qué sucede? -Decía sentándose a su lado.

-Uhm nada, ya voy. Es mi hora de comer. -Soltó sin muchos ánimos.

-No me refiero a eso, estoy preguntándote qué sucede contigo, no pareces estar actuando con normalidad.

-Tsk, ¿Y qué hay de malo con ello? No he causado problemas.

-Jeanist suspiró. -Puedes confiar en mí, te noto irritado. ¿Quieres hablar al respecto?

-No... -Dijo girando la cabeza.

-Entiendo... -Jenist le miró preocupado. -Sabes qué, las cosas están demasiado tranquilas está noche ¿No lo crees? Quizás puedas retirarte ahora mismo, sé que la pasaste mal con Utsushimi esta última semana y que casi no pudieron dormir. Deben estar cansados, ¿Cierto?

-Tsk, eso no fue nada, al final de cuentas realizamos la misión al pie de la letra.

-Y lo hicieron a la perfección, por ello mismo pueden irse temprano hoy.

-¿Uhm? ¿Y si hay una emergencia?

-Entonces nos encargaremos el resto. -Sonrió.

Bakugo lo miró con dudas. -Tsk, está bien.






-Hey Bakugo, ¿Por qué estás molesto? -Preguntaba Camie, quién no encontró mejor idea que salir a la par de Bakugo cuando Jeanist les dejó ir.

-Te dije que no estoy molesto. -Rodó los ojos.

-Huh, sí tú lo dices. ¿Qué harás con este permiso que Jeanist nos dio? Estoy curiosa, ¿Deberíamos reunirnos con tus amigos?

-Tsk, paso. No vuelvo a salir con ustedes después de la última vez.

-No fue nuestra culpa que bebieras como loco. -Se encogió de hombros.

-¡Agh, cállate!

-Bien, bie... -El celular de Camie sonó. -Espera, uhg... Ese chico de nuevo... -Decía mirando el nombre de aquella entrada, misma que no decidió responder. -¡Es un pesado! No debí darle mi número.

-Bakugo no le tomó mucha importancia. -Me da igual.

-¡Es que de verdad! Me arrepiento tanto de salir con él. Es un mujeriego desgraciado. -Camie frunció el entrecejo. -Agh, también es un cerdo, solamente quería "eso" de mí, y cuando no me dejé enredar el tipo me tachó de aburrida, ¿Puedes creerlo? Y ni siquiera era bueno besando, por su culpa comencé a aborrecer a los chicos, ¿Y si me encuentro con uno igual? ¡Cielos, no gracias!

-¿Qué? -Bakugo abrió los ojos. -Repite eso de nuevo.

-¿Qué cosa? ¿Que no sabía besar? Es que lo hacía horrible.

-Eso no, idiota. Lo de encontrarse a uno igual. ¿A qué te refieres con eso?

-Veamos. -Camie pensó al aire. -No quisiera caer en el mismo error dos veces, dime miedosa pero estoy bien por el momento sin nada de acción. Ya sabes, por ahora no sería una prioridad, todo gracias a ese idiota. -Soltó sarcástica. -Me dejó un mal sabor de boca.

-¿P-prioridad? -El rubio tartamudeó, comenzaba a entender. -Ja, no eres una idiota después de todo, ilusiones. -Sonrió. -¡Tengo que irme! -Decía acelerando el paso.

-¿Debería tomar eso como un cumplido? -Pensó graciosa.

Bakugo corrió hasta el edificio mientras pensaba que todo estaba claro como el agua. Tsuyu no quería volver a caer en el mismo error, no quería toparse con un idiota más igual a aquellos dos. Era lógico, ahora entendía el motivo de esas palabras. No era una prioridad para Tsuyu porque nunca encontró algo bueno de "aquello" en ellos.

-Jaja, ¡Lo sabía! N-no era porque no le gustara, es sólo eso. -Decía enérgico subiendo las escaleras, al pisar el último escalón casi resbala después de pensar en algo; era un tanto desalentador saber por lo que había pasado la mujer que amaba. -No más tiempo para eso. -Sonrió apenado. -L-le demostraré que será diferente conmigo.

Bakugo definitivamente lo haría.

-Tsk, estúpido cerroj... ¿A-Asui? -Dijo en cuanto abrió la puerta, Tsuyu estaba parada frente a él, cargaba un cesto de ropa limpia que acababa de sacar de la secadora.

-¿K-katsuki chan? -Tsuyu enrojeció. -¿Por qué estás aquí tan temprano? Kero.

-Me dieron permiso... -Le miró ansioso. -Asui, yo quiero hablar de algo contigo.

-Yo también Katsuki chan. -Tsuyu bajó el cesto al suelo y de acercó a él.

-¿Uhm? ¿Q-qué pasa?

-Y-yo... -Tsuyu estaba colorada.

-¿Por qué estás nerviosa? ¿Qué ocurre? -Bakugo me miró preocupado.

-¡K-katsuki chan, q-quiero hacerlo! -La peliverde se cubrió el rostro de la vergüenza, el tono de su piel era de un intenso carmín, pero no tan intenso como el del rubio frente a ella.

-¿Q-qué? -Bakugo quedó estático. -¿H-hacerlo?

-K-katsuki chan, sé que lo he p-pospuesto por mucho tiempo pero n-no es porque no te ame; t-tenía miedo del s-sexo y... -Asui apretaba las mangas de su blusa. -Y-yo no sé cómo debería explicarlo...

Bakugo tomó una de sus manos. -Asui lo sé, tsk quizás no debía pero las escuché hablar el otro día sobre eso. -Decía evitando su mirada. -A ti y a tu amiga con cuernos...

-¿Kero? -Tsuyu le miró confundida. -¿Nos escuchaste? -Tsuyu se sonrojó.

-No miento cuando digo que sí pensé que no me deseabas; es decir, c-creí que no estabas interesada en mí en ese "sentido"...

-¡K-katsuki chan, déjame explicarte!

-Tranquila. -Sonrió. -¿Es por ellos cierto? Por esos dos idiotas, tú no querías repetir lo mismo conmigo... O más bien, tenías miedo de que fuera igual conmigo.

Tsuyu cristalizó su mirada, ¿Por qué ese chico era tan bueno intuyendo?

-Y-yo... N-no fue a-agradable hacerlo con ellos... -Tsuyu agachó la mirada. -O-odié ser s-suya.

-Lo entiendo. -El rubio le hizo mirarla con una mano en su mentón. -Pero ahora. -Decía acercándose a los labios de esa aturdida mujer. -Ahora, sé mía... Solamente. Déjame demostrarte  porqué no querrás dejar de ser Mía... -Le besó con calma. -Desde hoy hasta mi jodida muerte.

-¿K-katsuki... Chan? -Tsuyu se sonrojó a más no poder, por alguna razón quería descubrir ese "porqué".

"Entonces déjame estar contigo" Bakugo y TsuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora