"LEAL AL MÍO"

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-¡Maldita sea! -Tan pronto Bakugo llegó a su casa después del incidente en la habitación de Tsuyu se metió a la ducha, entre más helado estuviese sería mejor para calmar el lío de éxtasis, euforia y adrenalina que estaba sintiendo en ese momento -P-por poco lo hacemos hoy. -Decía mirándose en ese espejo, el sonrojo aún estaba presente en él, vivos rosados seguían en sus mejillas, sus orejas, también en sus hombros y el pecho. -D-demonios, quería hacerlo.

¿Puedes dormir justo después de que te arrebataron el momento que podría haber sido el más feliz de tu vida? Por supuesto que no, y Bakugo tenía que lidiar con una noche mas en vela.

A la mañana siguiente el rubio estaba insoportable, haciéndole honor a su quirk, el chico era una bomba de mecha corta que explotaba con la más mínima interacción social que tenía.

-¿Qué demonios le pasa a Bakugo? -Decía aquel rubio con hollín en la cara. -Le pregunté que si tenía una goma extra y me explotó la cara.

-Ni idea, tampoco he querido hablarle hoy por la misma razón. -Sero sentía pena por Kaminari.

-Algo malo debió ocurrirle, iré a hablar con él. -Kirishima iba en dirección a Bakugo ante la mirada de los otros. -Ey amigo, ¿Ocurre algo?

-Tsk, qué mierdas te importa. -Bakugo no tenía ganas de hablar, pero podía lidiar con ese pelirrojo. -No tengo ánimos para una estúpida charla.

-Entonces sí ocurre algo. -Kirishima sonrió, su amigo era tan obvio. -Vamos, ¿Qué pasó?

-Tsk, que no ocurre nada.

-Te ves irritado, así no lucías hace días; estabas emocionado con las estancias en la agencia y ¡Pum! De repente regresas insoportable.

-Aggh, no tiene nada que ver con la agencia... E-es sobre Asui, tsk.

-¿La florista? -Lo miró curioso. -¿Volvieron a pelear?

-Algo así, al principio estaba molesta porque Ilusiones se estaba volviendo cercana a mí, tsk.

-¿Ilusion...? ¡Ah! Camie, pensé que Best Jeanist te había regañado por llamarla así. Como sea, sólo se ven en la agencia, cuando nos invita a salir tú nunca vas.

-Lo sé, pero ella pensó que me llevaba de maravilla con esa chica, tsk. Cómo sea, ese no es el motivo por el que estoy irritado. Al final de cuentas lo arreglamos ayer mismo.

-¿Entonces? Si lo solucionaron y quedaron en buenos términos, ¿Por qué estás insoportable?

-Tsk... Si dices algo de lo que te diré te mueres, idiota. -Bakugo volteaba para todos lados.

-¡Mi boca es una tumba!

Bakugo lo miró aún con dudas. -A-ayer... Tsk, ayer casi lo hicimos.

-¿Hacer qué? -Kirishima le miraba confundido. -¿Qué hicieron?

-Tsk. -Bakugo se sonrojó por molestia, ¿Qué tan lento tenía que ser para no entender? -Sexo. -Soltó evitando su mirada. -Casi tuvimos sexo.

-Ah... -Kirishima quedó en blanco. -¡¡¿A-ah?!!! ¡¿T-tuvieron s-sex...?! ¡¿E-eso?! -El chico estaba colorado.

-¡¡C-cállate idiota!! -Bakugo le arrojó un libro a la cara. -N-no, no lo hicimos al final de cuentas, tsk.

-P-perdón, e-es sólo que n-no pensé que se trataba de eso. E-entonces, ¿Estás molesto porque n-no terminaron?

Bakugo chasqueó la lengua afirmando aquello.

-¿Por qué? ¿Se arrepintió?

-No, e-ella quería y me había dado su permiso pero yo no llevaba esas mierdas. -Bakugo vio a Kirishima confundido. -Tsk, condones idiota, c-condones.

"Entonces déjame estar contigo" Bakugo y TsuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora