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capítulo uno: una genuina Black

Miércoles 1 de Septiembre.

Caminaba junto a sus padres hacia la columna entre la plataforma nueve y diez como solía hacer desde hace cinco años, ambos tenían la cabeza en alto con aires de superioridad al mismo tiempo que miraban con desagrado a los Muggles y evitaban hasta rozarse con ellos. Su padre llevaba su baúl sin mirarla y ella tenía a su gato color anaranjado en sus brazos, su madre solo tenía un pequeño bolso y acariciaba su vientre con delicadeza.

Una vez que llegaron a la plataforma 9¾ se dispusieron a buscar al resto de su familia para despedir todos juntos a sus relativos, una tonta tradición de la familia Black que a ella no le gustaba demasiado, tanto porque su familia no era de sus personas favoritas en el mundo, como porque ellos tampoco la apreciaban.

—Alya... ¡Alya! ¿Que buscas tanto? —su madre se le acercó con el ceño fruncido, su voz chillona podía oírse por todo Londres si quisiera.

—Mis amigas, —dijo volviendo su vista al amontonamiento de gente— y aquí son Mareena.

Su madre hizo un tsk con la lengua y giró los ojos, ella pensaba que cada vez que hacía eso la hacía parecer más a la serpiente que era. Su cabello era castaño claro, en su había sido juventud rubio pero con el tiempo se había oscurecido, sus ojos eran alargados y verdes, sus pómulos estaban bien marcados y su alta y delgada figura eran características suficientes para que cualquiera llame a su madre serpiente (sin contar, claro, su personalidad venenosa).

—Deja de decir estupideces y ven. —la siguió sin reprochar mientras su madre seguía buscando con la mirada al resto de su familia.— Oh! ¡Walburga! ¡Ahí estás!

Una falsa y grande sonrisa se dibujó en su rostro y fueron caminando hacia ellos, Walburga, su tía, estaba parada con la mano derecha en el hombro de su hijo y mirando con odio y desagrado hacia un lugar. Cuando llegaron los saludó cortante y no habló mucho, solo escuchaba a su madre presumir por su próximo bebé, afirmando que este sería un real Black.

Intercambió miradas con Regulus en ese momento, él bajó la cabeza y su expresión no mostraba felicidad ni conformidad pero tampoco podía decirlo, en la familia Black no se podía tener una opinión diferente y mucho menos defender a los "indefendibles".

Mareena Alya Black era una indefendible. En su primer año en Hogwarts fue elegida por el sombrero seleccionador a la casa de Ravenclaw, algo que obviamente no le iba a gustar a los Black cuyos integrantes habían ido a Slytherin. Bueno, casi todos, su primo Sirius fue a Gryffindor y lo consideraron el mayor traidor de la familia con tan solo once años. A comparación de él, Mareena no era un ser tan decepcionante como su primo.

—No te atrevas a hablar con él. —la amenazó su madre al mismo tiempo que Sirius pasaba junto a sus amigos hacía el tren.

—Lo sé, madre. —su respuesta pareció robótica.

—Alya, —la agarró por los hombros para obligarla a mirarla— estás colgando de un hilo, un paso en falso y terminarás como él ¿Oíste?

Ella asintió. Escucharon el ruido que el silbato del tren hizo y ella junto a Regulus se subieron con rapidez, sin antes despedir a sus familias aunque ella hubiese preferido no hacerlo. Arriba, fingieron sentarse en el mismo vagón juntos pero ni bien el tres arrancó y se perdió de vista, ella se levantó y se fue a buscar a sus amigas.

Olivia Fairy y Astrid Wilson eran sus únicas amigas en todo Hogwarts, una hija de muggles y la otra de traidores de sangre —siempre pensó que su madre enloquecería si se enteraba con quién andaba todos los días— ambas de Ravenclaw y las personas que más paciencia le tenían en el mundo entero.

❛𝐒𝐇𝐀𝐃𝐎𝐖𝐒❜ ᵃ ʳᵉᵐᵘˢ ˡᵘᵖⁱⁿ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora