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capítulo dieciocho: la sala común de Slytherin.

Viernes 25 de enero.

—Entonces solo soy inteligente cuando me drogan sin saberlo ¿eso dijo?

Sirius rió.

—No con esas palabras pero sí.

—Maldito Lupin —dijo sonriendo, no podía enojarse con el castaño cuando pasó todo su día libre cuidándola y paseando con ella por todo el castillo.

Estaban en un salón vacío, Sirius sentado en el escritorio del profesor y ella en frente con las piernas descansando arriba de un banco. Se tiraban confites desde la distancia e intentaban agarrarlos con la boca, su primo ya se había caído dos veces hacia atrás y debieron poner un hechizo silenciador para que no escuchen sus carcajadas y fueran a ver quién andaba allí.

Solían hacer eso seguido, hablaban por horas hasta que alguno debía irse o una clase iba a comenzar, a veces comían juntos y otros solo fumaban —Remus se había opuesto tantas veces a eso último que Sirius podía oír su voz reprochandole darle un cigarrillo a su prima—.

—¿Que tal tus amigas? —preguntó él.

Ella hizo una mueca y tiró un confite al aire agarrandolo con éxito con la boca.

—No muy bien... Olivia sigue sin hablarme y Astrid siempre tuvo más afinidad con ella, supongo que se está alejando también.

—¿Solo porque te vas a casar con el tipo que le gustaba? Qué estupidez. —chistó con la lengua y abrió la boca para que Mareena le tire un confite.— Bueno, sabes que los merodeadores estamos para lo que desees. Podrías ayudar con alguna broma.

—¿Que tienen en mente?

Sirius sonrió con malicia y comenzó a explicar el plan para llenar la sala común de Slytherin de bombas apestosas con un encantamiento para que el olor se impregne por días inventado por el mismo Remus Lupin, tenían las suficientes bombas que habían comprado en la última visita a Hogsmeade pero sólo les faltaba un detalle.

—No sabemos como entrar sin contraseña.

—Oh ¿solo eso? Puedo descubrirla por mi misma, iré a ver a Nathaniel y él me la dirá.

Su primo arqueó una ceja sin dejar de sonreír.

—¿Así de simple? Él descubrirá todo si solo le preguntas cuál es, no es idiota.

—Lo sé, usaré mis encantos para convencerlo —bromeó— sería más fácil si sabría legimancia como Bellatrix, podría solo leer su mente y listo, sería muy útil hasta para los exámenes.

—Podrías, en realidad —ella lo miró curiosa— Dan clases extra luego de clases ¿no leíste el tablero de anuncios? Lo publicaron hace unos días.

—¿De verdad? —se levantó y comenzó a acomodar todo para irse directo a la sala común y ver el anuncio.

Le provocaba mucha curiosidad aprender legimancia como su prima, consideraba una práctica útil que podría usar en un futuro y no era mala idea echar un vistazo.

Hizo desaparecer envolturas de caramelos y ranas de chocolate, guardó los confites sobrantes en su mochila y de acomodó para irse.

—¿Alguna vez te he mentido?





Había varios anuncios en el tablero que ella no había visto antes, no era de verlo seguido porque no era de su interés, siempre eran sus amigas quienes le informaban todo luego pero ahora que estaban distanciadas debía recordarse de verlo de vez en cuándo.

❛𝐒𝐇𝐀𝐃𝐎𝐖𝐒❜ ᵃ ʳᵉᵐᵘˢ ˡᵘᵖⁱⁿ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora