❛𝐒𝐇𝐀𝐃𝐎𝐖𝐒❜ ᵃ ʳᵉᵐᵘˢ ˡᵘᵖⁱⁿ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ

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capítulo cincuenta y seis:

Ella pasaba su mano por su hombro, lo abrazaba en "broma" y reía exageradamente al lado de él. Buscaba cualquier excusa para hacer contacto físico o acercarse. Quería que se alejara. La reunión con Dumbledore recién había comenzado pero ellos parecían sumergidos en su mundo. Quería que se alejara. Que saque sus manos de él, que no lo acaricie, no lo toque o esté cerca. Mareena los miraba poco disimulada, no podía concentrarse en las palabras de Dumbledore cuando ellos estaban divirtiéndose a unas sillas de ella. Remus se veía muy a gusto y aquello volvió a darle un fuerte ardor en el pecho. ¿Él la había superado?

Debía dejar de mirarlos, le hacía mal hacerlo, pero era inevitable. ¿Se estaba obsesionando con ello?
Mareena movió la cabeza y prestó atención en Dumbledore. Habían pasado días desde la última vez que lo había visto y tenía la sensación que estaba cada vez más preocupado. Los niños ya habían vuelto a Hogwarts porque su receso invernal ya había terminado y los Weasley habían vuelto a su hogar. En la casa ahora solo estaban Sirius, Izar, Remus y ella. No lo cruzaba nunca, se la pasaba evitandola y fingiendo que no existía, algo que cada vez le molestaba más. También Izar estaba enojado porque lo habían sacado de la orden por su pedido y, como todo Black resentido, no le había dejado tiempo de explicarle que ella solo quería protegerlo.

Dumbledore explicaba sobre una profecía muy importante que Voldemort quería que estaba guardada en el ministerio, ordenaba a cada uno tomar turnos para vigilar que nadie fuera de noche a robarla ya que de día no era un problema.
Todos estuvieron de acuerdo y comenzaron a planear el calendario del mes, teniendo en cuenta las lunas llenas de Remus y los días que los que trabajaban de Aurores tomaban turno nocturnos. Sin embargo ni Mareena, Severus o Sirius estaban en la lista por ser demasiado peligroso para ellos en ser descubiertos.

Mareena y Severus tenían otra misión. Ellos iban a esperar que Voldemort llamase por la marca tenebrosa para presentarse, no había ningún plan respecto a la aparición de Mareena porque, según Dumbledore, bastaba con decirle parte de la verdad que él estaría satisfecho. Según el director, ella era alguien valiosa para Voldemort aunque ella no entendía por qué. Para Mareena no había nada de especial en sus talentos, incluso Severus era mucho mejor que ella en todo pero el anciano sostenía que no iba a negarse a que ella volviera.

Por lo tanto solo tenía que esperar la llamada y ella acudiría.

La reunión terminó pronto y luego que Dumbledore se fue todos se dispersaron. Muchos se fueron directamente porque ya era muy tarde, mientras que otros se quedaron hablando entre ellos.

—Me alegro que te hayas unido a la orden —comentó Bill a su lado—, pero... ¿Que clase de misión te asignó a tí?

—Una secreta —bromeó ella quién no podía decirle a Bill que iba a ser una espía.

Él sonrió y no insistió más en el tema. Estaban hablando sobre el trabajo de Bill en Gringotts y lo que él escuchaba sobre los rumores de que Mareena había vuelto a aparecer. No estaba muy claro para él o el resto de la orden quién era ella, solo sabían que era hermana de Izar y prima de Sirius, que siempre tenía cruces con Remus y que más de una vez llamaba a los mellizos Potter por el nombre de sus padres, es decir que los había conocido. Sin embargo, la edad que aparentaba no era acorde a la edad que debería tener para conocer tan bien a Lily y a James. Pero nadie preguntó sobre eso, o por lo menos a ella.

—¿Lupin ya se ha ido a dormir? Quería saludarlo —dijo uno de los integrantes de la orden.

Mareena agudizó su oído al escuchar el nombre de Remus y dejó de prestar atención en Bill por un momento.

—No aún, está en la sala, seguro fumando algún cigarrillo o leyendo —respondió el señor Weasley.

—¿Solo?