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capítulo cincuenta y siete: bienvenida.

El pasto mojado por la nieve humedeció sus rodillas y el frío invernal la atacó como si no hubiese un mañana. Había caído en frente de un árbol y una serie de arbustos la tapaban de la vista de cualquier otra persona que podría rondar cerca. Lo primero que pensó fue en hacer aparecer una capa negra que la cubriera por completo sin dejar que nadie pudiese ver bajo ella. Al mismo tiempo, la hechizó para que el frío no pasara por la tela y así no morir congelada.

Se puso de pie y miró a su alrededor, estaba en una especie de parque, la neblina molestaba e impedía ver más allá por lo que no sabía bien hacía dónde dirigirse. Sintió como en su cuello, una suave brisa agradable y caliente de desprendía del relicario, éste estaba mostrando su verde esmeralda que salían de los cristales como la última vez que lo había visto brillar así. Decidió dejar las preguntas sobre él a un lado y concentrarse en buscar el lugar de reunión de los mortífagos, hechizó el relicario para que no sea visto ni sentido por otras personas que no sea ella y lo ocultó dentro de su remera.

Salió de los arbustos iluminando el camino con la luz leve que emitía su varita e intentó buscarlos entre la niebla. Mareena creía que andaba en círculos, no podía ver dónde estaba el resto o hacía dónde se dirigía, solo caminaba sin saber a dónde. De nuevo su muñeca comenzó a arder con más intensidad, sentía que le quemaba por dentro, luego pudo ver una luz verde iluminandose por los cielos y supo que debía correr hacia ella. 

Mientras más se acercaba más murmullos escuchaba y los pasos de otras personas se hacían más claros, también la niebla se disipaba dejando ver algunas personas en círculo. Todas ocultas bajo túnicas negras y solo se podía ver bien el rostro de tres personas, en medio se encontraba él, Voldemort, con un aspecto más terrorífico al que tenía antes. Se veía deforme y con características más similares a la de una serpiente que a la de un humano.

Vio como el resto de las personas ocultas en las capas se ponían en círculo manteniendo la distancia uno de otro alrededor de Voldemort. Este estaba serio mirando a todos como si pudiese ver debajo de sus máscaras. A su lado estaba Snape, un hombrecillo con apariencia de ratón, y la persona que menos quería encontrar en ese momento, la demente Bellatrix. Según habían hablado con Severus, ella podría ser el mayor problema. Mostraba una sonrisa amplia que nunca había visto antes en ella, se veía feliz y satisfecha de estar al lado del señor de las tinieblas, aunque él no se viera tan a gusto.

Mareena estaba entre esas personas, nadie sabía que estaba ahí y ella tampoco sabía quiénes estaban algo que en vez de hacerla sentir segura, le daba ganas de gritar. Estaba ansiosa y el silencio que había en ese lugar no ayudaba, tampoco la humedad del aire o el frío que congelaba su nariz.

—Tardaron en llegar —dijo Voldemort en una voz profunda que hizo que todos su cabellos se herizaran—. Solo tienen una sola tarea, y aún así fallan. Siempre nos reunimos aquí, ya deberían saber el camino de memoria.

—Es que señor, la neblina... —una voz gruesa sonó a dos personas de ella, podía ver qué intentaba que su voz no suene temblorosa pero aún así lo hacía.

—Si es un problema la neblina para ti, Lucius, entonces creo que deberíamos comenzar a reunirnos en tu casa. Espero que aquello no te moleste.

Lucius sacó su capucha y máscara dejando ver una sonrisa falsa que podía engañar a cualquiera menos a Mareena, y seguramente a Voldemort. Ver al marido de su prima también la hizo sentir nerviosa, se preguntaba si Nathaniel estaba allí también.

—¡Sería un honor, señor!

Ella podía ver la incomodidad, podía sentirlo en su voz o tal vez estaba escuchando sus pensamientos sin intentarlo. Volvió su mirada a Voldemort intentando ver alguna reacción, sin embargo ninguna expresión pudo notar en su rostro más que la seriedad. Él volvió a mirar a los reunidos a su alrededor, como si algo no anduviera bien. Pasó su mirada uno por uno, podía ver cómo algunos se estremecían y otros contenían la respiración, sin darse cuenta que ella también lo hacía. La miró como si nada y siguió, sin embargo segundos después volvió.

❛𝐒𝐇𝐀𝐃𝐎𝐖𝐒❜ ᵃ ʳᵉᵐᵘˢ ˡᵘᵖⁱⁿ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora