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En el momento que vio los ojos de Remus mirarla de esa manera, supo que no había vuelta atrás. A pesar de que la amara enloquecidamente no había forma que cada vez que la mirara no viera una mala persona.

—¿Por qué lo hiciste? —le gritó sin poder entenderlo.

—Me pidió que lo hiciera.

—¿Y no podías negarte o que lo hiciera otra persona?

—Sabes que no puedo —él miró el diario encima de la mesa y luego a ella, negó con cabeza y salió de la casa—. Remus, Remus, de verdad lo siento.

Mareena lo siguió, intentó tomar su brazo pero él lo sacó a la fuerza.

—Puedes negarte, has dicho que confiaba en ti. No necesitabas comprobar tu lealtad.

—Y es así pero-

—¿Pero necesitabas asesinar al ministro muggle? Dejaste una familia sin padre, Mareena.

—¡Estoy haciendo todas estas cosas por nosotros! —se defendió—. Por tí, por Izar, estoy protegiéndolos. Él me prometió que no les haría daño mientras esté de su lado, me dijo que perdonaría a Izar y a tí.

—¿Perdonar qué? ¿no querer torturar muggles e hijos de muggles? Por favor. Además, ¿de verdad le crees? —se acercó él apuntandola con el dedo índice—. Ni bien tenga la oportunidad nos asesinará cómo hizo con Sirius.

—No es verdad. Y él no lo hizo, fue Bellatrix.

—¡Es lo mismo!

—¡No lo es! Él lástima a los que me lastiman. Pregúntame dónde ha estado Bellatrix los últimos días, dime ¿has oído de ella? ¿Recuerdas lo que pasó con Greyback? Estuvo encerrado en un sótano hasta que yo decidí que era momento de sacarlo. ¿Y mis padres? ¿Recuerdas lo que les sucedió a ellos cuando él se enteró cuánto me habían lastimado?

—Crees que eres muy especial para él, pero solo te usa, cómo lo hace con absolutamente todos sus seguidores. No-eres-especial.

—¡Si lo soy! —le gritó y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas—. Él- e- él es mi padre, Remus. Y sé que no te hará daño mientras haga lo que me pida.

Una brisa fresca llegó de repente haciéndola temblar, era primavera pero ese día amenazaba con llover y estaba oscuro. Las copas de los árboles tan cercanas no ayudaban tampoco ya que impedían que la poca luz que había pasara.

Remus no le quitaba los ojos de encima, no sabía cómo reaccionar y Mareena se arrepintió tanto de decirle. ¿Debía contarle toda la historia para aliviar el golpe o tal vez contarle sobre la profecía? No quería que la odiaba, estaba cansada de estar en la línea de lo bueno y lo malo para Remus y no quería perderlo.

—Creí que ibas a jugar para ambos bandos, que eras de nosotros.

—Lo soy-

—No, no lo eres. Parece que te encariñaste con él, con la idea de tener un padre.

—¿Que mierda estás diciendo? —caminó hacía él enojada.

—Estoy diciendo que tú no quieres dejarlo, tienes miedo de perder la única figura paterna que parece que se preocupa por ti. Pero no es verdad, Mareena, no lo hace. Te usa.

—¿Por qué me usaría? ¿Que hay de diferente en mí de otros de sus seguidores?

Él se quedó en silencio observandola unos segundos, ella tenía miedo de lo que podía estar pensando, sus manos temblaban y estaba segura que él podía sentir sus nervios y desesperación. Se acercó a ella y tomó sus manos acariciandolas, luego acarició suavemente una de sus mejillas.

❛𝐒𝐇𝐀𝐃𝐎𝐖𝐒❜ ᵃ ʳᵉᵐᵘˢ ˡᵘᵖⁱⁿ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora