❛𝐒𝐇𝐀𝐃𝐎𝐖𝐒❜ ᵃ ʳᵉᵐᵘˢ ˡᵘᵖⁱⁿ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ

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capítulo venticuatro: preguntas y respuestas.

Viernes 20 de Febrero.

Su madre no volvió a visitarla desde ese día, decía que era inútil porque ella estaba bien y solo exageraba. "Los Black son fuertes, no morirá por una estúpida fiebre." Cuando Poppy escuchó eso tuvo que morder su lengua para no insultarla en frente de ella, pero cuándo ella se fue Mareena rió en como la sanadora se burlaba de su madre.

Pasó tres días con Madame Pomfrey en los cuáles la cuidaba y daba de comer, recibió la visita de sus amigas que le pasaron los apuntes y la acompañaron a hacer la tarea allí en la camilla, también fueron Sirius y James cuándo todos estaban cenando, Nathaniel se quedaba todo el tiempo que podía y leía demasiado.

—¿Que lees? ¿Es eso más importante que prestarme atención a mí?

—Mhm... 

—No creo que sea sano leer tanto, tus ojos se ven irritados.

—Es que estoy buscando algo —dijo sin mirarla, mojando su pulgar con su lengua y pasando de página.

—¿Y qué es lo que buscas?

Pero él ya no le contestó.

Remus no fue hasta muy tarde a la noche en el segundo día, usaba su privilegio de prefecto para que nadie le dijera nada por andar fuera de horario en los pasillos. No había hablado con él desde el incidente de la cabaña y su descubrimiento como hombre lobo, quería decirle y jurarle que no diría nada, quería hacerle entender que ella no lo veía como el monstruo que él describía cuando hacían tarea y que a pesar de haberle tenido miedo en ese momento, ya no lo haría porque sabía que Remus era parte de el lobo.

James y Sirius no hablaron sobre el tema, solo se cruzaron a saludar e ignoraron el tema. Sirius solo dijo que preferían dejar que Remus hablara sobre eso con ella porque era mejor con las palabras y que luego que ambos dialoguen le iba a decir todo lo que quiera saber.

Cuando el castaño llegó, ella estaba haciendo tarea de astronomía, como era de noche ya no tenía ni una pizca de sueño y no tenía otra cosa a mano que los deberes. Él abrió la cortina y ella pegó un saltito, salpicando en el pergamino un poco de tinta.

—Lo siento ¿Te asuste? —él movió su varita y la mancha se borró con rapidez, luego se sentó en la silla que había al lado de su camilla— ¿Como te encuentras?

—Mejor, pero Poppy quiere que me quede un día más para estar segura —no se atrevía a mirarlo, se avergonzaba de haber descubierto su secreto y no darle la oportunidad de que él sea el que se lo cuente.— Siento lo de la otra noche, no debí haber estado ahí.

—Creo que ya te disculpaste varias veces —respondió en un tono calmado.

—No creo que hayan sido las suficientes yo-

—Sí lo fueron, y no estoy enojado, para nada. Puedes preguntar lo que quieras sobre eso.

Quería hacerlo, pero algo dentro de ella seguía diciendole que a pesar de haberle dado permiso estaba quedando irrespetuosa, "nunca hagas preguntas sobre temas que nunca debíste haber sabido" le dijo una vez su madre.

Hazlo, sonó una voz en su mente y ella se asustó, no me ofende ¿como hacerte entender eso? quiero que lo sepas. Había estado leyendo su mente sin darse cuenta pero ni bien lo hizo sacó toda su energía fuera de él que lo vio tocándose la frente de repente.

—¿Desde cuándo... te transformas?

Él dejó de prestarle atención a su frente para mirarla a ella, sus ojos color miel eran tan atrapantes que la hacían querer no pensar en nada más.