020

1.2K 141 6
                                    

capitulo veinte: lo que se cruza por tu mente. 

Jueves 4 de febrero.

Los días siguientes los había pasado estudiando más que todos los años juntos. Al fin había logrado estar al día con las tareas y Slughorn mismo la había felicitado y propuesto volver al SlugClub, algo que aceptó con falsa simpatía.

No había hablando con los chicos sobre el duelo, se sentía avergonzada luego de haber tratado a esa chica así pero no había vuelto a molestarlos más. Ella había ido a la enfermería pero no la había delatado, sabía que podía decirle sobre el maleficio imperdonable y podrían meterla en azkaban (aunque también se podría sentir avergonzada por haber perdido ante ella).

Comenzó a ir a las clases de legimancia y Oclumancia, resultaron ser más difíciles de lo que había pensando y costaban un gasto importante de energía, algo que ella carecía debido a la maldición. Eran muy pocos en el club, dos chicos de Hufflepuff de quinto, uno de  Ravenclaw de sexto —que se sorprendió mucho de verla allí— y una chica de Gryffindor de cuarto, lo que hacía más interesante la clase porque la profesora de artes oscuras les prestaba más atención.

—¡Cierra tu mente Abott! aún pudo ver como te revientas tu acne por las mañanas. —su comentario hizo reír a todos.

Era una mujer joven, no podía decir cuantos años tenía pero no pasaba los 25 seguramente, le sorprendía que alguien tan joven podía ser profesora, al igual que Moore.

—Muy bien, Black, tu turno. —ella asintió y esperó a sentir que ella entrara a su mente para sacarla. Un zumbido escuchó en su oído izquierdo y un leve cosquilleo en su nuca antes de que ella invada su mente con rapidez y violencia. Recuerdos corrían delante de sus ojos y escuchaba su voz decirle que se esfuerce, cuando al fin pudo rechazarla por completo.— Genial, Mareena. Más rápido que antes, a este ritmo serás toda una profesional para el final de año. ¡Pueden descansar!

La profesora Charleston era siempre simpática y amable, también graciosa pero con un humor un poco sádico que solo los profesores de artes oscuras sabían hacer. Les compartió botellas de agua a todos y se sentó en la mesa de su escritorio casualmente, como si fuese una adolescente más.

Ella observó a su alrededor, ni un Slytherin había tomado la clase y eso la extrañó, siempre había uno y más en una clase tan particular como esa. Preguntó por ello y sus compañeros dejaron de sonreír solo para verla mal, la única que intentó ser amable fue la profesora que le dedicó una mirada gentil.

—Las cosas están complicadas últimamente con los alumnos de Slytherin y no fueron avisados sobre estas clases extra, no quisimos llegar hasta este punto pero fue necesario.

—Oh, entiendo. —recordó la nota en la sala común pidiendo ser discreto con respecto a la clase y tuvo sentido, tal vez tampoco la esperaban a ella allí y era una sorpresa que haya logrado decifrar la nota eso la desanimó un poco.

—Estudié legimancia con tu prima, —dijo repentinamente la profesora— Bellatrix. ¿Sigue siendo tan demente como siempre?

Mareena hizo una mueca al recordar como ella había usado el maleficio imperiatus con ella y Nathaniel el día de la boda de Narcissa para aparentar que estaban felices y agradecidos.

—A veces pienso que cada año se pone peor —bromeó.

—Ella era buena en esto, —siguió, tomando un trago de agua— no me sorprende que te resulte tan fácil aprender, parece que los Black tienen un don especial para todo.

Un don especial para todo. ¿Cuál sería su don? El de Narcissa era la sanación, costura y astronomía. Bellatrix tenía legimancia, era la mejor duelista y una particular obsesión para los maleficios imperdonables. Andrómeda siempre había sido buena en encantamientos, era la mejor cocinera y tenía un gusto musical exquisito. Regulus era un artista, amaba pintar, leer y escribir, también era excepcionalmente dotado en el quidditch. Sirius brillaba en transformaciones y artes oscuras aunque usaba sus cualidades para las bromas.

❛𝐒𝐇𝐀𝐃𝐎𝐖𝐒❜ ᵃ ʳᵉᵐᵘˢ ˡᵘᵖⁱⁿ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora