❛𝐒𝐇𝐀𝐃𝐎𝐖𝐒❜ ᵃ ʳᵉᵐᵘˢ ˡᵘᵖⁱⁿ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ

065

capitulo sesenta y cinco: profecía.

El departamento no estaba mal, con un poco de magia estaba solucionado, además que podían agrandar los espacios tanto como querían, otro beneficio de tener magia. Se habían mudado el mismo día que lo habían conseguido y por el cansancio Mareena cayó completamente dormida luego de acomodar sus cosas.

Cuando despertó Izar estaba haciendo la comida como Ted Tonks le había enseñado, sin magia. Ella se levantó con el aroma agradable y se sentó en la pequeña mesa que estaba a centímetros de la cocina, ya que no tenían un comedor separado como estaba acostumbrados a tener.

—Prometo comprar algo más grande cuando todo esto pase, es probable que nos mudemos seguido, los Aurores están detrás mío.

Su hermano se alzó de hombros y pasó la comida del sartén a una fuente de vidrio.

—No me molesta el tamaño, es hasta acogedor.

Él llevó la fuente de vidrio que tenía pollo hecho a la sartén y con verduras que había sacado del horno, la puso encima de la mesa y sonrió satisfecho por su menú. Ella también lo hizo y se sirvió enseguida para darle una reseña positiva. Izar había sido amigo de Percy Weasley pues tenían la misma edad, había pasado tiempo con la familia también y Molly lo trataba como un hijo más. Le enseñó a cocinar, limpiar y a valerse por si mismo, pero había heredado los vicios de los Black y su holgazanería, había intentado conseguirle un trabajo en el ministerio pero ni bien Mareena apareció renunció de inmediato.

Cuando terminaron notó que el menor había tomado una hoja de papel y pluma, comenzando a escribir y con un sobre a mano.

—Izar, nadie debe saber esta dirección, ni ver qué hay lechuzas rondando por aquí.

Él levantó la mirada y dejó de escribir al darse cuenta lo que estaba haciendo.

—Lo siento, no me di cuenta.

—Está bien —le sonrió mientras se ponía de pie—, pronto todo esto se acabará.

Mareena intentaba creer esas palabras ella misma pero era casi imposible, había pasado toda su vida sobreviviendo y en este punto no creía que las cosas tengan solución o terminen. Se fueron a su habitación luego de comer, ninguno de los dos tenía nada más que hacer que dormir y lamentarse, pero ella recordó la bola de cristal con la profecía en el bolsillo de su campera.

Se sentó en su cama cruzando las piernas y la observó en su mano. Había una nube de humo celeste brillante dentro, susurros y murmullos salía de ella. La tocó con la varita y este comenzó a salir de ella y a llenar toda la habitación, llevándola a otro lugar.

De pronto, se encontró con una señora anciana y ciega en la torre de astronomía en Hogwarts, había niños riéndose y golpeándose entre ellos de manera juguetona. Un muchacho se acercó a ella, se sentó en uno de los almohadones en el suelo frente a ella y tomó sus manos, pero en vez de leerlas y decirles su fortuna la anciana, que pareció poseída de repente, comenzó a citar la profecía mirando hacia el cielo y apretando con fuerza al muchacho.

—La primogénita de la constelación de Serpens, Alya, quien del negro fue criada, dará a su padre eterna vida y ascenso a la gloria, o la muerte del mismo en sus manos propias. Si está de su lado, la suerte guiará y si no es así puras desgracias tendrá. La última heredera de Salazar tendrá el poder de decidir si el mundo colapsará o renacerá, porque la magia verde y negra en su sangre correrá.

El muchacho la miraba cautivado a la señora mientras el resto de ellos se miraban sin entender, uno de los profesores también miraba sorprendido desde un rincón. Luego de ello, ella movió la cabeza confundida y habló enojada.