La heroína llegó a la academia y busco al héroe para enamorarlo pero...no encontró a la villana que propulsaría el amor.
Preguntando se dio cuenta que dicha persona no existía y empezó a impacientarse. Los personajes no estaban interesados en ella a...
Después de dos semanas viajando, por fin encontré una nueva residencia. El peor lugar del mundo conocido, un sitio donde nadie en sus cabales osaría ingresar a menos que desease morir. El viejo hospital mental abandonado en las montañas del otro lado del país, Sunnyside Asylum, es el mejor ya que todos evitan la zona por creerlo maldito.
Las historias que rondan alrededor de este edificio y el cementerio anexo, datan de hace más de 100 años atrás. Cuentan que aquí ocurrió la peor de las masacres a manos de un asesino serial y un sectario fanático. Llegó y disparó a quemarropa a todos para luego quemar el sitio y hacer rituales extraños en el cementerio para luego colgarse en la capilla.
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Desde ese día, nadie ha vuelto a entrar sin tener un cura exorcista o un santo con ellos. Los fenómenos paranormales que se han suscitado le dieron una fama inmerecida. Pero lo que nadie sabe, que es aquello que produce esos efectos, es nada menos que un árbol mutante que crea alucinaciones.
Lo sé porque esta es una historia que leí cuando estaba trabajando, más bien una novela llamada "Sharon Rose" que la hija de mi jefe escribió y nos dio de regalo de repente.
Trabajaba como freelancer para costear mis gastos y también ahorraba para abrir una tienda de tatuajes. El día que regresé de una competencia en Ámsterdam, abrí la puerta y al entrar al hostel bajé los bolsos y pensé que me había equivocado de casa. Aparecí en una habitación enorme y decorada al estilo solarpunk victoriano.
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Me di la vuelta y la puerta de salida se convirtió en un armario. Baje la mochila que pesaba bastante para buscar mi celular y me percaté que mi cuerpo se encogió y la ropa que tenía puesta me quedaba enorme.
-Pero qué...-
Me acerqué a un espejo de cuerpo entero en la esquina del cuarto y una niña pequeña me miraba fijo. Tenía pelo largo castaño rubio y ojos color verde aguamarina pero lo que más me impactó fue que esa imagen me era muy familiar.
-Rejuvenecí! Esperen, tal vez estoy alucinando o morí? Imposible, estaba bien viva cuando escuché el gol del Manchester en el pub!-
Maldije golpeando los muebles, pues no sabía donde estaba. Esta era una nueva realidad que no conocía y la vista por la ventana era literalmente otro mundo. Un jardín inmenso iluminado por los faroles y una fuente decorada con ángeles se mostraba gloriosa.
