La heroína llegó a la academia y busco al héroe para enamorarlo pero...no encontró a la villana que propulsaría el amor.
Preguntando se dio cuenta que dicha persona no existía y empezó a impacientarse. Los personajes no estaban interesados en ella a...
Lo admito, esa chica sabe lo que hace. Hicimos bien en decirle a Rouben que la hiciera pasar por muerta para que cuidara a los niños. Nos quito un peso de encima y gracias a eso, Pascal se comporta obediente.
Cuando Wen le dijo lo que tenía que hacer y que por culpa de Neo, el niño se estaba volviendo rebelde, sugirió que le dejaramos ser estricta y no intervinieramos en su queja para disciplinarlo. Levantar y acostarlo a horario, limitar sus juegos, darle una dieta adecuada y aplicarle castigo en caso que se lo mereciera.
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El primer día fue caprichoso y le gritó pero ella lo castigó severamente cerrando con un candado su palacio. Luego de eso, solo necesitó cuatro días para enderezarlo y que pasara de vaguear y comer comida chatarra a ser un buen niño.
Ahora tanto padre como hijo fueron domados por ella. Cuidaba de todo perfectamente y con eso pudimos preparar los arreglos para atraer al enemigo.
-Podrás con todo? Nos tardaremos unos días y volveremos antes del próximo fin de semana pero si pasa algo, llámanos. Sabes usar el celular o aun te cuesta?- Wen abrazaba a Winnie
-Neo me estuvo enseñando. No se preocupen, la cuidaré bien como siempre, cierto Pascal?- su sonrisa era una clara advertencia
-Si, me portaré bien- Pascal agachó la cabeza dentro del bolso de Wen
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-Ya ves que tenía razón, lo hará bien.- Neo se jactaba de su logro
-Basta! Es hora de irnos- teníamos que llegar a la finca Millefiori antes del mediodía
** -Lamento llamarte ahora Fred, se que estabas ocupado- Donny fue a recibirlo
-No importa, mi madre dijo que es mejor salir de vez en cuando a despejarme. Gracias por invitarme a tu casa.- Fred seguía decaído
Donny lo invitó ayer a pasar el fin de semana en la finca mientras los Molière continuaban con la reconstrucción de su mansión. Lo guió hasta una habitación contigua al despacho y visualizo a Pía sentada llorando. Fred notó la angustia y no dudo en cuestionar el comportamiento sospechoso.
