La heroína llegó a la academia y busco al héroe para enamorarlo pero...no encontró a la villana que propulsaría el amor.
Preguntando se dio cuenta que dicha persona no existía y empezó a impacientarse. Los personajes no estaban interesados en ella a...
Ted Blanche había tenido una vida miserable desde niño. Para su mala suerte nació dentro de lo que se llamaría, un hogar roto.
Su madre, Casia, se casó por un acuerdo con el padre de Ted, y creyendo que tendría una vida normal, acabó mal.
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El padre de Ted, Julian, era descendiente del enemigo directo de Kylie y fue el encargado de llevar a cabo la venganza que llevaba generaciones, en nombre de su familia, qué, ni sosos ni perezosos, se la pasaban inculcando el odio en la mente de su descendencia casi hasta el hartazgo.
Julian usando el pin de retorno del tiempo de sus antecesores, de manera desalmada, fue quien infectó a Fiorella y Heindrik cuando apenas eran unos bebés para ir corrigiendo el error fatal. Su ansia por recuperar el honor perdido en aquel juicio tan vergonzoso e infame contra los Nolan y los Knoxville, hizo que fuera perdiendo la cabeza.
Casia en cambio, llevaba 5 funestos años casada con un hombre obsesionado con una venganza ridícula y que no permitía que tuvieran una relación normal. Sus peleas aumentaban día a día, en dónde ella terminaba golpeada frente a su hijo y este simplemente se quedaba quieto para no ser el siguiente.
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Abatida por la violencia doméstica, como poseída, tomó la drástica decisión de quitarse la vida. Cogió a Ted y lo sentó en el asiento trasero del auto para dirigirse a las vías del tren pero ni siquiera pudo llegar.
Sus lágrimas y el clima lluvioso le jugaron en contra y terminó siendo arrollada por un camión en la salida de la autopista cuando sus frenos no funcionaron. Su deseo de morir se cumplió pero la pesadilla de Ted, quien sobrevivió de milagro, comenzaba.
Un aura pesada cayó en la casa, y su padre, pensando que Ted abandonaría todo por lo que el trabajó, se enfocó por arruinar su vida. La crianza con un padre represivo que le prohibía olvidar su misión, generó que la angustia recayera cada vez más acompañado por las palizas constantes y la llegada de la adolescencia.
Julian no toleraba las fallas y atormentó a su hijo tanto, que llegó a culparlo de la muerte de su madre y se lo recordaba casi todos los días.
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