Querida, perdí a los niños

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Al día siguiente y muy temprano en la mañana, aterrizando sobre la azotea del set de filmación de la telenovela de turno, Ted y Winnie que tenían a sus hijos en fulares para que no escaparan, fueron a buscar a sus tíos.

Llevaban más de una hora recorriendo pero cada que se topaban con sus primos, estos desconocían sus paraderos. Subestimaron el tamaño del Wanderlust Studios y cuando estaban perdiendo la esperanza, su tía Eve, los encontró primero mientras desayunaban en la cafetería.

 Subestimaron el tamaño del Wanderlust Studios y cuando estaban perdiendo la esperanza, su tía Eve, los encontró primero mientras desayunaban en la cafetería

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-¡Están enormes! Me los quiero comer de lo lindos que son! No se preocupen, se los cuidamos- levantando a Walter, la alegría de Eve era inmensa

-¡Muchísimas gracias! Realmente no sabemos cómo pagarles este favor!-

-Por fin podremos terminar el trabajo atrasado, ¿cierto, Teddy?- codeándolo, lo apuraba para irse

-Cielos, mejor descansen para recuperarse. Están tan pálidos y flacos, ¿seguro que están bien?-

-Si- fueron cortantes

Despidiéndose de ella, desaparecieron mientras sus hijos, los miraban curiosos de adónde los dejaron.
Obedientes, los niños siguieron a su tía únicamente para estudiar el lugar y memorizar los accesos.

Una vez ubicaron las salidas, pretendían huir cuando fueron retenidos en una habitación llena de juegos didácticos y otros niños como ellos.

-Estos son mis nietos, Lucero, Moon, Rud y Zassy. Espero se hagan buenos amigos- dejándolos, Eve fue a buscar a Neo

Analizando su situación, Wes y Walter, llegaron a la conclusión de que para escapar, debían unir fuerzas y hacerlo por los ductos de aire.

Al ver a Lucero hacer figuras con papel, el plan de fuga fue descartado y el caos se había desatado cuando los adultos regresaron

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Al ver a Lucero hacer figuras con papel, el plan de fuga fue descartado y el caos se había desatado cuando los adultos regresaron.
Abriendo la puerta, no sabían si era la guerra o una riña de bar.

-¡Wuahhh, abuelita!- llorando, Lucero sostenía sus trenzas cortadas con tijeras

-¡Estúpido!¡Hia!- usando la sillita, Moon trataba de golpear a Wesley que se defendía con los tubos de goma

Devuelvan a la villana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora