La heroína llegó a la academia y busco al héroe para enamorarlo pero...no encontró a la villana que propulsaría el amor.
Preguntando se dio cuenta que dicha persona no existía y empezó a impacientarse. Los personajes no estaban interesados en ella a...
En un depósito privado de los puertos de Jemin. El hombre encapuchado se sentó frente a Fred que permanecía inconsciente, maniatado y con una mordaza en la boca para que no gritara.
-Has lo tuyo niña- le ordenó a su compañera que lo despertara para proseguir
La mujer con una peluca azul y vestida de recepcionista, lo cacheteó y Fred despertó confundido y enojado.
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-Buenas noches, Agente Tyler. Tiempo sin vernos- el hombre que llevaba gafas de sol, se puso a fumar
Fred conocía la voz y al ver a la mujer que lo saludaba cínicamente, empezó a quejarse.
-Nnmnm!!!‐
-Shh tranquilo, solo queremos hablar para llegar a buen puerto. Si te preguntas el porqué te arrastramos así, es porque planeamos usarte de cebo...aunque si dices que no, tu mujer la pasará mal-
Los ojos de Fred se iluminaron de la rabia. Trató de zafarse del amarre y constantemente sus palabras de maldición se confundían con gruñidos.
-Trataré de que no mueran si cooperas. Sé que está encinta y que lo que menos quieres es que se lastime, pero ya ves, es un gaje del oficio el inmiscuirse en situaciones peligrosas- el hombre jugaba con el humo del cigarrillo
-Descuida, aceptarás ayudar cuando sepas la razón. Es sobre tu tía, lo que hizo con el hijo de los Molière y lo que planea hacer.- la mujer se sentó en el regazo de Fred para ponerse maquillaje
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Asintiendo, Fred aceptó oír sus motivos. Al cabo de unos minutos, ella se levantó y caminó detrás de él, para traer a alguien que estaba atado en una esquina. Empujando una silla con rueditas, Gustav apareció luchando por liberarse.
-Jojo pero esta alianza temporal no podría ser posible sin el Sr Paoli. Cómo ya está al tanto del dilema que nos aqueja, aguardo su respuesta-
-Nmm!- Gustav quería zafarse debido al dolor que la mordaza causaba en su rostro
-Pero qué desconsiderado de mi parte. Sería tan amable de ayudarlo, su santidad- el hombre giró su silla y Tori, apareció con Gloria
Ella preparó una inyección de tramadol y se la entregó a Tori para inyectárselo a Gustav para calmarle el dolor severo.
