Espía vs Espía

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-...Pin Pon se va a la cama y se acuesta a dormir..- Winnie se quedó dormida mientras le cantaba en la mecedora

Wayne estaba parado en la puerta viendo como alguien tomó su lugar. Se estaba poniendo celoso por un bebé, que era igual que él. Físicamente era mi retrato pero su carácter era el de Wayne, por lo que era fácil de tratar.

-Vamos a la cama. Mañana hay que preparar todo para mi fiesta-

-La última vez que me cantaste fue hace tres años- se puso berrinchudo

-Wayne, ya no eres un niño. Madura-

Nos fuimos a dormir pero encontramos a Pascal jugando videojuegos con el peor prospecto de padre que le tocó.

-Es casi medianoche, como dejas que Pascal siga jugando. Tiene que dormir o no querrá levantarse a estudiar- estaba enojada

-A dormir Pascal, o te daré más tarea del habitual- Wayne lo instó a levantarse del sillón

-Si...pero mañana puedo seguir jugando?- poniendo la cara del gato con botas buscó compasión

pero mañana puedo seguir jugando?- poniendo la cara del gato con botas buscó compasión

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-Awww....si estudias duro podrás jugar todo el día- es imposible ir contra esa carita tan tierna

-Coff coff...mañana solo haremos matemáticas. Después juega si quieres- Wayne cayó en el adorable encanto felino

-Gracias!- lo lleve cargando hasta su habitación

-No se vale, el puede hacer ese efecto con los ojos para convencerlos. Ojalá tuviera un super poder como él- Neo se quejo

-Lo tienes, el de ser un pesado con talento para hacer de todo-

-Apaga todo y vete a dormir. Te aprovechas que hoy no transmites para arrastrar al niño contigo- nos fuimos y lo dejamos acomodando todo

Al día siguiente, fui con Neo hasta Rigalbu a buscar el pedido del pastel de cuatro pisos que solicité hace una semana, para dejar a Wayne haciendo de maestro de Pascal y niñera de Winnie.

Cada piso era del sabor favorito de cada uno; de tres leches para Neo, chocolate para Pascal, red velvet para Wayne y vainilla para mí.

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Devuelvan a la villana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora