El hermoso y feliz matrimonio está en lo mejor de su felicidad luego del nacimiento de sus hermosos gemelos, pero todo cambia cuando Joaquín siente un vacío enorme y este duda si el Alfa podría llenarlo.
-Por favor Emilio- Suplico el Omega
-Joaquín...
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Joaquin despertó y vio al pálido junto a él busco a su hija y vio que lo estaba abrazando con cuidado la levantó y la llevo a su habitación para acostarla.
—¿Papi? —susurro.
—Ya es de día. —sonrio. —pero es sábado puedes dormir más.
La niña asintió y cerro sus ojos, Joaquín le dio un beso la frente y se dirigió a su habitación, lentamente se fue subiendo encima del alfa el cual seguía durmiendo.
—Hyung. —susurro.
Emilio abrió los ojos y sonrió al ver a su lindo esposo sobre él,le acarició la cintura mientras se sentaba aún con Joaquín sobre él.
—Buenos días pequeño. —se acercó y le dio un corto beso. —¿Y Lia? —pregunto.
—La lleve a su habitación. —lo tomo de los hombros. —estamos solos en la habitación.
Emilio giro a Joaquin para dejarlo debajo de él mientras comenzaba a besarle el cuello más en la zona donde tenía la marca. Emilio le quitó la camisa mientras comenzaba a besarle todo su pecho hasta llegar al abdomen donde comenzó a besarlo y a dejar marcas a lo cual Joaquín comenzó a gemir bajo.
Emilio siguio bajando hasta llegar a la parte baja del omega, el cual soltó un jadeo al sentir como su alfa le iba bajando su pantalón junto con su ropa interior.
—Emilio. —solto un gemido.
—Solo relájate te haré sentir bien. —sonrio. —no será sexo pero si te complacere.
Cuando Joaquín iba a hablar soltó un gemido al sentir la boca de su alfa en su miembro, Emilio se estaba encargando de hacer sentir bien a su omega el cual comenzaba a gemir un poco más fuerte. Cuando estaba a punto de llegar a su orgasmo su puerta fue abierta lo que hizo que cerrará sus piernas con algo de fuerza golpeando al alfa que se encontraba debajo de las cobijas.
—Mierda Joaquín avisa. —se quejo él alfa mientras salía de debajo de las sábanas.
—¿Que hacías ahí abajo papá? —pregunto su hijo.
Emilio se giró y vio a su hijo rápidamente cubrió un poco más a Joaquin él cual era estaba rojo nunca pensó estar en esa situación frente a su hijo pues era muy diferente cuando sus suegros los vieron en más de una ocasión.
—Jae toca antes de entrar. —hablo él alfa.
—Lo se pero es urgente. —los vio.
—Esta bien. —hablo Emilio. —solo danos unos minutos en lo que nos cambiamos.
El chico asintió y se dirigió a la puerta pero antes de salir se detuvo y hablo.
—No son muy discretos. —rió
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