¡Osorio Quiero Otra Niña!

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El embarazo iba con normalidad y aunque el alfa era el que más sufría para Joaquín era relajante pues así podría mimar a su esposo y viceversa, Joaquín estaba en la cama mientras acariciaba su creciente vientre mientras escuchaba que su alfa estaba vomitando.

—Cielo. —dijo Joaquín. —¿Quieres una menta?

Emilio salió del baño más pálido de lo que ya estaba Joaquín le dedicó su característica sonrisa, el pálido se acostó en la cama y Joaquín le comenzó a hacer masajes en sus hombros.

—¿Ya te sientes mejor? —le pregunto.

—Me duele la garganta. —contesto. —Tranquilo amor. —le dio un beso en la frente. —todo estará bien.

—Sabes siento como si yo estuviera embarazado. —lo vio.

—Solo tienes los síntomas. —sonrió.

—Debio ser duro para ti traer cuatro vidas a este mundo. —dijo el pálido. —sabes siempre te he admirado.

—Si es duro. —asintio levemente. —pero al ver sus pequeños rostros me hace saber que tener una vida dentro de mi valió la pena.

—Lo se. —sonrió. —¿Quieres ir mañana conmigo a un lugar?

—Mmm. —se hizo el pensativo. —¿A donde? —sonrió.

—Es el lugar donde tuve mi presentación como alfa. —contesto. —Jae en unos días se va a presentar y quiero que sea ahí.

—Claro hyung. —le dio un beso en la frente. —seria lindo conocer el lugar donde tuvo su ceremonia.

—Sabes me da cierta gracia como a veces me hablas con honoríficos luego me tuteas. —sonrió. —y luego me faltas el respeto.

Las mejillas del omega se tornaron rosas ante lo dicho por su alfa el sonrió mientras sentía como era obligado a quedar sobre el alfa el cual comenzó a repartirles besos en todo su rostro, sacándole un par de risas.

—Emilio. —rió. —eres malo.

—No lo soy. —negó. —tu lo eres pequeño. —Aqui el más alto soy yo. —se acomodo mejor el omega. —deberiamos de dormir la verdad estoy un poco agotado. —susurro. —creo que me contagiaste tu pereza.

El alfa soltó una suave carcajada contagiando a su omega el cual ocultó su rostro en el cuello de su alfa para poder dormir seguro y es que en cada embarazo Joaquín dormía sobre su alfa ya que solo así se sentía protegido y seguro. Emilio por su parte los cobijo a ambos para abrazar más a su omega y sentir el suave aroma que tenía iba a proteger a su omega y su nuevo cachorro cueste lo que cueste