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Joaquín estaba junto con Emilio frente a un alfa el cual sonreía de manera dulce a su esposo el vio como el alfa lo vio y sonrió.

—Me alegro que mi Minnie ya encontrará a alguien que lo quiera. —sonrio el rubio.

—Hyung. —sonrio Joaquín.

—Bueno ya. —los vio. —¿Que necesitas?

—Es Seungri. —hablo. —el está aquí y temo que quiera hacerme algo a mi o a mi familia.

—El no puede. —los vio. —sabe que si lo hace podría ir a la cárcel además de crear un gran escándalo para la compañía de sus padres.

—Se que puede ir a la cárcel. —hablo. —pero tengo miedo.

—Yo me encargaré. —lo vio.

—Gracias. —dijo Emilio.

Luego de agradecer ambos se despidieron y se dirigieron al auto Joaquín entro gracias a la ayuda de Emilio el cual entro después, Joaquín miro a Emilio el cual suspiro para verlo.

—No dejaré que lo hagas. —hablo. —y antes que digas algo Chimmy me lo dijo todo.

—Emilio. —lo tomo de la mano. —no te enojes.

—Sabes que nunca me podría enojar contigo. —le dio un beso. —pero por tu estado no hagas nada de eso.

—Quiero aportar. —lo vio.

—Lo harás cuidándote a ti y a los cachorros dentro de ti. —le acarició la mejilla. —hazlo por mi.

—Mailo. —fue interrumpido por un beso.

Emilio sonrió enmedio del beso para seguir besándolo Joaquín se alejo y también sonrió, sabía que Emilio tenía razón pero sentía que debía de hacer algo. Ambos iban en silencio hacia un restaurante de comida rápida para llevarla y comer en casa, Joaquín miraba su celular mientras Emilio pedía la comida.

—Joaquín. —hablo y el menor lo vio. —no te enojes.

—No lo estoy. —miro el celular otra vez.

—Nuestro lazo lo dice. —suspiro. —se que es por una buena causa pero estas delicado y me preocupa que te lastimes.

—Perdon. —susurro.

—Eres un omega muy valiente Joaquín. —sonrió. —quieres proteger a los tuyos y es digno de admirar pero porfavor por el bien de los cachorros y el tuyo déjalo en mis manos.

Joaquín asintió y sonrió Emilio también lo hizo, al llegar a la casa llamaron a sus hijos a comer para hablar y disfrutar de un buen rato en familia los padres de ambos niños reían al ver algunas travesuras que sus hijos hacían sacándoles carcajadas. Al terminar de comer ambos se quedaron en la sala viendo una película sin decir nada, a decir verdad no le estaban prestando atención para nada.

¡Osorio Quiero Otra Niña!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora