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Luego de la hermosa y entretenida cena Emilio lavaba los platos con la ayuda de su hijo, pues no quería que Joaquin se esforzará mucho en hacer las cosas por su estado y pasó casi una hora regalándole por haber salido a comprar en su estado sabiendo que podía estar en riesgo por su embarazo, pero una pequeña dosis de besos y unos susurros en su oído se calmó un poco. 

Luego de lavar y secar los platos se dirigieron al sofá para ver una película infantil a petición de su hija pequeña, ambos estaban en uno de los sofás mientras miraban la película Emilio y Joaquin se daban cortos besos mientras sonreían y se daban cortas caricias, mientras sonreían felices. 

—Te ves hermoso. —susurro Emilio. 

—Gracias Mailo. —sonrio mientras le daba un beso en la mejilla. —sabes es lindo cómo marcha todo. 

—Lo se. —le acarició el vientre. —ya vas a entrar en el segundo mes. 

—Si ya es un poco difícil. —puso su mano sobre la del alfa. —¿Cómo sigues con los vómitos? 

—Solo evito olores desagradables. —arrugo su nariz. —pero de ahí yo estoy bien. —sonrió. —¿Tú lo estás? 

—Me lo imagino hyung. —lo abrazo un poco. —lo estoy si tú lo estás. 

Ellos siguieron viendo la película mientras cantaban algunas canciones infantiles, al terminar la película Emilio ayudo a Joaquín a levantarse para cargar a su hija y que Joaquín se acercara a su otro hijo  para despertarlo. 

—Cariño debes de despertar. —susurro Joaquín. 

El niño abrió los ojos y vio a su padre omega el cual le dio un beso en la frente, se levantó y se despidió de sus padres para ir a su habitación, Emilio con su hija en brazos ayudo a Joaquín a subir las escaleras. 

—Ve a la cama. —hablo suave el alfa. —yo iré después 

Joaquin asintió y le dio un beso en la frente a su hija para ir a la habitación, Emilio entro en la de su pequeña y la recostó con cuidado para cobijarla y darle un beso en la frente. 

Apagó la luz y cerro la puerta, bajo a la sala y limpio lo que habían dejado al terminar subió y se dirigió a la habitación donde estaba Joaquín limpiándose el rostro. Se acercó y le dio un beso en la mejilla mientras tomaba la toalla y lo ayudaba a limpiarse el rostro Joaquín sonrió al ver a su alfa cuidarlo mucho. 

—Debemos de dormir ya es muy tarde. —hablo el alfa. 

—Lo se. —se levantó. —ahora duermo por cuatro

¡Osorio Quiero Otra Niña!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora