¡Osorio Quiero Otra Niña!

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Todos estaban listo para la presentación del hijo mayor del matrimonio Osorio la pareja estaba junto con su hijo mientras esperaban que la Luna se presentará para la ceremonia.

Al caer la noche la Luna comenzó a hacerse presente dando por iniciada la ceremonia, todo era tan mágico y hermoso los padres del nuevo alfa estaban felices y orgullosos de su hijo, tanto Joaquín como Emilio lloraron de felicidad al recibir a su hijo cómo alfa.

La familia Osorio/Bondoni estaba de alegría al recibir al nuevo miembro de la manda, Jae estaba nervioso pues ya estaba creando la unión con su lobo y ahora quedaba elegir el nombre para su lobo. Luego de la ceremonia la familia Osorio ya se encontraba en su casa junto con el nuevo alfa de su familia, mientras Joaquín dormía a los gemelos Emilio se encontraba en la cocina buscando un poco de vino para tomar, se asustó al ver a su esposo llegar y verlo con una sonrisa.

—Eres malo. —le quitó la copa y la vio. —vas a tomar vino sabiendo que yo no puedo.

—Perdona. —sonrió tímido. —es que se me antojo un poco. —tomo la copa y la puso en la mesa.

—Lo se. —lo abrazo. —no bebas mucho. —le dio un corto beso. —te esperaré en la cama.

Emilio lo volvió a besar para beber rápido de la copa y tomar de la mano a su omega para dirigirse a la cama, al llegar se despojaron de sus ropas para ponerse sus respectivas pijamas. Al acostarse Joaquín tenía su cabeza sobre el pecho de su esposo mientras recibía caricias en su algo abultado vientre.

—Joaquín. —lo llamó el alfa.

—Si. —susurro.

—Quiero que tú seas la cara de la empresa. —dijo y Joaquín se alejo para verlo.

—¿La cara? —pregunto. —pe..ro pero. —tartamudeo. —¿Porque yo?

—Si Joaquín. —sonrio mientras le acariciaba la mejilla. —porque tú te lo mereces. —las mejillas del alfa se tiñeron de rosa. —a decir verdad desde mucho antes quería que fueras tú la cara, pero luego salió lo de que eras bueno en fotografía y no te dije porque sabía que dudarías.

—Y tiene razón yo no se. —negó. —esto es mucho para mí.

—Descuida sabes que yo nunca te obligaría a nada. —lo tomo de una mano y le dio un beso. —si no quieres entiendo y lo respetaré.

—Yo si quiero. —lo vio. —es solo que tengo miedo pero debo de dejar de tenerlo. —sonrió. —gracias a ti aprendí a que ya no debe de importarme lo que los demás digan o piensen de mi. —le dio un corto beso.

—gracias alfa por hacerme fuerte y que tenga más confianza en mí