𝗦𝗜𝗘𝗠𝗣𝗥𝗘 𝗩𝗨𝗘𝗟𝗩𝗢 𝗔 𝗧𝗜

DECISIONES

Yeimy despertó y estiró los brazos abriendo un poco los ojos, vió los rayos de sol entrando por la ventana y los abrió de golpe.

-¡Charly! -recordó ella, se paró de la cama de un brinco y fue hasta la ventana-.

Yeimy sonrió al verlo tirado en el piso hecho una bola. Quizás debía sentirse mal por hacerlo dormir afuera pero la verdad es que disfrutaba un poco torturandole.

-¡Buenos días, princeso!-le gritó ella desde la ventana. Él se despertó con su voz desconcertado- ¿Por qué siempre que te echo volvés?

Charly se tocó la cabeza y miró hacia la ventana.

-¿Tengo jeta de haber dormido en una cama y volver acá a darte los buenos días? No me jodas, Yeimy. ¿Es que no se te parte el corazón al verme botado en el piso, ome? Estoy todo adolorido-le dijo intentando pararse- Tengo la cabeza apunto de reventar y la espalda hecha mierda. Todo porque no podés pararle un ratico a la terquedad. ¡Seguro que si no hubiera venido acá y dormido bajo tu ventana creerías que estaba comiéndome a la otra vieja! ¿Si o qué? ¿Son ideas? ¡Decidite pues! ¡Estoy mamado de andar de tusa en tusa con vos, ome! ¡Dejame ser, pues! ¿Querés estar conmigo o no querés? A parte del guayabo tan hijueputa que tengo me toca aguantar la cantaleta, no me chimbies-Charly se detuvo para tomar aire porque lo había gastado todo de golpe-.

-¿Más calmado?-le dijo Yeimy sonriendo- ¿Está rabón porqué durmió en el piso?-se mordió el labio para contener la risa-.

-¿Vas a abrirme o voy a tener que trepar hasta tu ventana, princesa? -le dijo Charly deseando sentarse en algo blando-.

-¿Vas a preparar el desayuno? -le dijo ella bromeando-.

Charly la miró con ganas de asesinarla y ella cerró la ventana sin dejar de sonreír. Bajó corriendo y le abrió la puerta.

-No puedo creer que hayas dormido afuera toda la noche-le dijo ella viéndolo entrar- Estás hecho una porquería-se quedó mirándolo-.

-¿Es en serio? -le dijo Charly indignado y bajó su mirada al notar la panza de Yeimy- ¡Ni chimba!-puso su mano encima- ¡Está enorme, mirala!-Charly tenía la boca abierta de la emoción-.

-Ponga cuidado, bobo-le dijo ella y le acusó con el dedo-.

-¿Sentiste eso? ¡¿Lo sentiste?!-dijo Charly emocionado, Yeimy asintió y puso su mano encima de la suya- ¡Pateó! ¡Hacele, mija!-gritó Charly- No ha nacido y ya me está cagando a patadas-Charly soltó una risa ronca y Yeimy sintió como se revolucionaban todas sus hormonas de golpe-.

-Se nota que va tener mi carácter-dijo Yeimy y miró hacia su boca- Pero espero que se porte igual de juiciosa que su papá-Charly levantó las cejas sorprendido y ella sonrió- ¿Dijiste algo del de los buenos días?-Yeimy le peinó con sus dedos su pelo revuelto hacia atrás y él le sonrió como un niño-.

-Me debés también el de las buenas noches-dijo Charly mientras la rodeaba con sus brazos y la apretaba contra su cuerpo- Y el de las malas también-sonrió en su boca antes de besarla-.

-Dios, Charly... -dijo ella apartándose- Te apesta el aliento a whisky.

El sonido de unos golpes les hizo voltear la cabeza hacia la puerta. Juan estaba mirándolos por la cristalera. Charly puso los ojos en blanco y Yeimy le agarró de los brazos y ejerció un poco de presión para que la soltara pero Charly no se movió.

-Charly, soltame-murmuró ella- No hagas esto ahora. Soltame.

Charly la soltó gruñendo y ella abrió la puerta.

-Veo que interrumpí-dijo Juan-.

-Pues sí, al menos pide una disculpa-dijo Charly y se cruzó de brazos. Yeimy lo estaba matando con la mirada-.