𝗦𝗜𝗘𝗠𝗣𝗥𝗘 𝗩𝗨𝗘𝗟𝗩𝗢 𝗔 𝗧𝗜

UNA NUEVA REALIDAD

-Voy por más hielo para la hinchazón-dijo Yeimy levantándose-.

-No, pará, Yeimy-cogió su mano para que no se moviera pero ella se soltó y se paró-No necesito hielo, necesito que me hablés, que me contés. Que hablemos de... Ya sabés...-bajó su mirada para mirarle la panza- Aún no me puedo creer que esto esté pasando-se pasó las manos por el pelo sin dejar de mirar al sitio donde estaba creciendo su hijo- Pero a lo bien, Yeimy. Quiero ser parte de la vida de ese peladito, eso quiero que quede claro. Yo soy su papá-hizo una pausa y esperó a que Yeimy se sentará de nuevo pero no lo hizo-¡Sentate, pues!¡Lo terca que sos dios mío! -le dijo perdiendo la paciencia señalando la silla con las dos manos-¡Dale, sentate!

-¡Bueno ya, calmate vos! ¡Es un bebé, no una bomba! Vamos a platicar, está bien -volvió a sentarse- No voy a apartarte de él si eso es lo que te pone tan nervioso, no te preocupés, eso no va a pasar, Charly.

-Listo pues, ¿entonces qué? ¿Quién más lo sabe? Según Juanchito yo fuí el último en sabelo. 

-El primero no fuiste, eso seguro.

-¿Si o qué? No, ¿pues quién soy, verdad? Ni que fuera el papá para venir corriendo a darme la noticia. No sabés lo subidito que estaba tu ex-Yeimy lo miró con sorpresa- Si, no sabes como se lo gozaba mientras me lo contaba. Le encantó ser el que me diera la noticia, para hundirme. Para decirme que me detestas. Se le notaba en los ojos. Estaba disfrutando el muy gonorrea. Le hubiera partido a totazos. No sabés lo que me controlé.

-Pero Charly, ¿qué esperabas? -le dijo levantándose y poniendo sus manos en la mesa para enfrentarlo- ¿Qué Juan te felicitara por la noticia? ¿Qué nos aplaudiera por joderle la vida? ¿O esperabas que yo  corriera a tus brazos a decirte que vamos a ser papás? Decime. ¡No jodas, Charly! Esto, este embarazo no cambia nada entre nosotros, ¿entendés? Esto fue un error.

-¿El qué fue un error? -levantó la mirada para mirarla enojado-.

-¡Pues toda esta mierda! Conocerte, meterme con vos, cagarme la vida una y otra vez. Y es obvio que no aprendo porque acá estamos de vuelta. No puedo deshacerme de vos, eso es lo único que aprendo-resopló y salió al jardín apresurada, necesitaba respirar un poco de aire-.

Charly seguío sentado, sin saber qué debía hacer. ¿Era mejor hablar con ella o esperar a que ella regresara?

-¿Querés algo?

Yeimy se volteó y vió a Charly con cara de cachorrito abandonado. Incluso todo golpeado y con el pelo despeinado estaba lindo. Yeimy se azotó la cabeza para eliminar esos pensamientos pero algo dentro de ella revoloteó y sintió vértigo. Así era todo con Charly, como una montaña rusa.

-¿Te importa si hablamos en otro momento de todo esto? Ha sido un día muy intenso, Charly. Tengo la cabeza que me va a estallar, estoy agotada. Necesito descansar-Yeimy sintió un mareo y echó las manos hacia los lados intentando agarrarse a algo-.

-¡Ey! ¡Ey, princesa!-Charly corrió para alcanzarla y logró sujetarla contra su pecho antes de que cayera hacia atrás-Ey, ey, ya pasó, ya pasó. Todo bien, vení. Te tengo, princesa. Te tengo.

Charly la sostuvo contra su pecho y pasó su mano suavemente por el pelo de Yeimy.

-Vamos dentro, ¿si?-Charly le dió un beso en la frente y Yeimy simplemente asintió- Debes de estar muy mal, ni siquiera me regañás por el besito-Yeimy le dió un golpecito en el pecho pero no tenía fuerzas para más-.