2 MESES DESPUÉS
Charly cubrió los ojos de Yeimy con un pañuelo rojo para que no pudiera ver nada.
-¿Charly, esto es necesario?-Yeimy estiró los brazos para alcanzarlo pero no tocó nada- No puedo ver nada.
-Esa es la idea, mi amor-dijo Charly en su oído-.
-Charly, ¿y no es mejor si me cubrís los ojos cuando lleguemos a dónde sea que vamos?
-No, entonces no sería una sorpresa. Y dejá la preguntadera, ome.
-Charly, ni siquiera esperaste a que subiera al carro, amor. Voy a chocar.
-Es que estoy muy ansioso, princesa-Charly la besó en el cuello y Yeimy sintió un escalofrío por todo el cuerpo- Pero no te preocupés que yo estoy acá y voy a cuidar muy bien a mis princesas, ¿sí? Sí.
Charly la agarró de la cintura por la espalda para dirigirla hasta el auto.
-Charly cuidado con la panza que ya ni cabemos acá. ¿Vamos en mi auto? -dijo Yeimy completamente a ciegas-.
-No, en el mío.
-Charly tu carro es muy pequeño, no voy a poder entrar. El mío mejor.
-¡Almita, mija! ¡No escuchés a tu mamá! ¡Está todo bien! ¡Claro que cabes en el carro de papá!-le gritó Charly a la enorme panza de Yeimy- ¡Está todo controlado!
-Qué idiota que sos, Charly. ¡¿Dónde carajo está el carro?!-dijo ella estirando las manos, seguía tocando el aire-.
-Un poquitico más adelante-dijo él pegando su cuerpo al de Yeimy-.
-Charly, juicioso... -dijo ella sintiendo la presión de su cuerpo contra ella-Enfocate.
-Es que te tengo así cerquita y...¡Ay!-le dió un mordisco en el cuello-.
-¡Charly!-le regañó ella-Te aprovechás de que no veo nada.
-Juicioso, princesa, juicioso-dijo él riendo-.
Llegaron al auto y con mucha delicadeza Charly la ayudó a entrar y a acomodarse.
-Quizás sí era buena idea esperar a que estuvieras en el carro-dijo Charly p y esquivó la mano de Yeimy que iba directa a su cabeza- ¡Era broma, princesa! ¡No me dé putazos, ome!
-¡Charly! ¡Subite al auto ya!-dijo Yeimy apunto de arrancarse el pañuelo-Dale chancleta o esta noche dormís en el sofá.
-¡De una! -dijo Charly y como flash rodeó el auto y entró- ¿Lista?
-¡Hacele, Charly! -gritó ella y escuchó el ruido del motor acelerando-.
Yeimy seguía en total oscuridad cuando sintió que el auto se detenía.
-¿Charly? -dijo ella al no escuchar nada-.
-Shhhh, esperate-murmuró Charly-.
Yeimy empezaba a sentirse demasiado ansiosa, no le entusiasmaban las sorpresas, pero Charly había insistido tanto que no pudo negarle nada y menos cuando le ponía esos ojitos de cachorrito abandonado. Oyó como Charly salía del auto. Podía oír sus pasos cada vez más cerca de ella y sintió la puerta abrirse. La ayudó a salir y caminó unos metros más en la oscuridad hasta que Charly se detuvo colocándose detrás de ella.
-Te prometí que seríamos una familia, ahora tendremos el lugar donde verla crecer-le dijo Charly-.
Deshizo el nudo del pañuelo y liberó los ojos de Yeimy. La miró entusiasmado esperando su reacción pero ella estaba congelada mirando al frente. Solo parpadeaba mientras sus ojos se acostumbraban de nuevo a la luz. Miró el enorme jardín delante de ella, siguió con la mirada el camino de piedras frente a ella, llevaba hasta la entrada de una casa. Era una casa grande, sencilla pero moderna. Tenía 2 niveles. La primera planta era toda acristalada, rodeada de flores blancas y amarillas que le daban alegría al lugar. La segunda planta era completamente blanca pero los ventanales de madera oscura le daban el toque moderno a la construcción. Le encantaba aquel lugar. No era excesivamente lujosa pero tenía personalidad y transmitía calidez. Era perfecta.
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𝗦𝗜𝗘𝗠𝗣𝗥𝗘 𝗩𝗨𝗘𝗟𝗩𝗢 𝗔 𝗧𝗜
Lãng mạnYeimy temblaba en el piso del baño, cerró los ojos con fuerza y maldijo en voz alta. Recordó el día que había ido a visitar a Charly en la cárcel. Maldito sea ese día. Su cabeza iba a mil por hora mientras recreaba todo lo que ocurrió allí. Lo que j...