016

505 71 27
                                    

──¡Buenas noches a todos!

──¡Buenas noches! ─dijimos todos al unísono y cada quien tomó sus mantas, para cubrirse en una cama improvisada con cajas de cartón.

Habíamos optado por no tomar más de la cuenta, para estar totalmente activos y sobrios. Por la mañana buscaríamos el famoso aeropuerto, y Chris parecía estar horriblemente nervioso respecto a eso.

Me levanté de mi "cama" al ver como el mayor salía sigilosamente de la habitación. Lo seguí cuando salió del edificio. Tomé una de las armas y caminé tras él. 

──Deja de seguirme, Ko. Sé que eres tú. 

Mierda.

──¿Por qué saliste tan tarde?

──¿Fumas? 

Se giró para mirarme, di un paso atrás.

──No.

──Exacto. Por eso. 

Sacó de su bolsillo una cajetilla de cigarrillos y encendió uno, para después llevarlo a su boca. 

──Eso va a hacerte daño, Christopher, ¿no te preocupa? 

──No, no me preocupa. Y tampoco debería preocuparte a ti, porque no es tu problema, So-yeon ─murmuró, tirando una pequeña parte de la ceniza al agitar el cigarro, mientras votaba lentamente el humo de su boca.

Se tomó un segundo antes de siquiera volver a mirarme.

──Vuelve al edificio ahora, Ko. Morirás de frío si te quedas aquí.

──Chris...

Me dio la espalda y no volvió a hablar, solo se dedicó a botar el humo de su cigarro, como si yo ya no me encontrase a su lado.

──Por favor, solo vete... te enfermarás. Largo.

──Bien, supongo... adiós.

Me retiré de ahí confundida, ¿a qué se debía ese comportamiento? Yo no le había hecho nada.

Me recosté nuevamente, sintiéndome realmente frustrada por la manera en la que el rubio se había comportado. Esperaba que solo fuese por los nervios.

[...] 

──Suban al auto rápido, no hay mucho tiempo ─nos apresuró Minho─. ¿Tenemos todo listo?   

──Sí, ya vámonos. 

Subimos a los autos y manejamos por las calles en busca del dichoso aeropuerto, hasta que por fin dimos con él. Todo lucía normal para la situación en la que nos encontrábamos, pero había algo allí que no me daba buena espina.

Christopher me había ignorado toda la mañana, incluso se podría decir que estaba más serio que de costumbre. Intenté acercarme varias veces, pero ni siquiera se giró a verme.

──Hyun, ¿sabes qué demonios le pasa a Chris? 

──No tengo idea, lleva así desde que salimos de Seúl. ¿Por qué? 

──Se ha estado comportando extraño. Estoy preocupada de que pueda estar molesto por algo.  

──Está celoso, cariño ─canturreó Jeongin.  

Changbin se acercó al menor y le dio un leve golpe en la nuca, a modo de reprimenda.

──Solo está nervioso, So-yeon, no le hagas caso a este idiota. 

El castaño intervino en la conversación, posándose junto al de mechitas, curioso. 

──¿Quién es Chris? Aun no me aprendo sus nombres. 

survivors ─── bangchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora