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Realmente estaba helando, había sido un error no venir aún más abrigados. Además del sonido del viento, solo estaban nuestros dientes chocando unos contra otros, en reacción a las bajas temperaturas.

──So-yeon, deberíamos volver. A este punto es más factible que terminemos muriendo de hipotermia a encontrar la cinta.

──Estoy de acuerdo con Kim, cubriremos la ventana mañana.

Lo pensé por un momento. Ya estábamos lejos de la habitación, nuestro recorrido sería en vano. 

──Falta muy poco para llegar a las oficinas de limpieza, estoy segura de que ahí encontraremos la cinta y regresaremos pronto. 

No muy convencidos, ambos chicos continuaron caminando junto a mí, en dirección a la habitación de limpieza. Recordaba claramente que había visto un rollo de cinta adhesiva mientras sacaba algunas cosas de ahí con Chris el día anterior.

[...]

La luz de la linterna de Seungmin se había apagado de repente, todos nos miramos por unos segundos, rápidamente lo tomé de la mano para guiarlo y evitar algún accidente, Felix, quien venía a mi lado, igualmente se sujetó de mi brazo.

Continuamos bajando las escaleras hasta el primer piso, aún podía sentir a los chicos tensos. Parecíamos niños asustados bajando al sótano de su casa por la noche.

──So-yeon... 

El castaño se detuvo de golpe y dijo mi nombre en un susurro, Felix y yo imitamos su acción, sin comprender. 

──¿Qué sucede? 

Hablé igual de bajo que él, esperando una respuesta, Seungmin retrocedió y apuntó en dirección a una de las entradas del edificio, una gran puerta de vidrio.

Ambos nos giramos en la dirección señalada, inmediatamente apagamos las linternas. Habían montones cuerpos rondando la entrada, estaban bloqueando la salida.

El rubio empezó a temblar. Sin duda él era el más asustado de los tres. 

──So-yeon, ¿qué hacemos? ─cuestionó Seungmin, alarmado.

──Si alguno de ellos nos ve, tendremos que utilizar las armas, y eso llamaría demasiado la atención. Tendremos que volver, no queda de otra.

Todos comenzamos a caminar en puntillas, de regreso a las escaleras. Todo iba bien, estábamos a punto de llegar al segundo piso, pero a Felix se le cayó la linterna y el ruido del plástico contra las escaleras estaba retumbando por todo el lugar. La linterna estaba encendida, por lo que se podía observar con mayor detalle el interior, llamando la atención de los zombies. 

──¡Mierda!

Seungmin y yo tomamos a Felix de la mano y comenzamos a correr de regreso a las habitaciones. El sonido de la puerta siendo empujada violentamente no tardó en aparecer. Estaban intentando derribarla para entrar.

──¡Lo siento! ¡Lo siento mucho! ─el pecoso comenzó a llorar y a disculparse frenéticamente.

──Está bien, Lix, no fue tu culpa ─lo animé, para luego seguir corriendo juntos.

──Tenemos que avisarles a los demás, rápido.

Nuestra meta era llegar hasta las habitaciones y salir por la ventana, las escaleras que Heeseung instaló serían nuestra salida de escape. 

La puerta de vidrio en el primer piso estalló, ya la habían derribado. Para nuestra suerte, seguíamos en el cuarto piso y las habitaciones estaban en el último, más específicamente, el octavo. 

survivors ─── bangchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora