survivors ─── bangchan

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Segunda parte, versión de Jeongin.

Minho se paseaba alterado por el pasillo de la camioneta. Tardé un tanto en reaccionar, no había dormido para nada cómodo, incluso podía sentir mis piernas entumecidas.

──¡Despierten! ¡Ahora! ─nos ordenó. Estiré mis brazos con cuidado y observé a Minho buscar su arma entre los asientos. Los demás también estaban apenas despertando, se veían adormilados y con pesadez.

──Hmm, cinco minutos más... ─Changbin se giró, intentando reacomodarse para seguir durmiendo, no duro mucho, pues Minho lo tiró de su asiento al tratar de despertarlo.

Ahora, estando la mayoría más despiertos, le prestamos atención al pelinegro, que trataba de mostarnos algo.

──Por allá, entre los árboles, ¿pueden verlo?

Me levanté de mi asiento y me acerqué a la ventana, en la que se encontraban todos.

──¿De qué hablas, Min?

Froté mis ojos suavemente, pues aún no me acostumbraba a la luz y me era difícil ver con claridad.

──Hay hombres ahí...

──También los veo, pero no son cuerpos infectados...

Miré a Changbin.

──¡Por supuesto que no lo son! ─soltó Minho, ya un tanto enojado.

Me alejé de ahí y caminé hasta la parte de atrás de la camioneta, tomé mis botas, además de una chaqueta para el frío y me las coloqué.

──Cálmate, Lee. Ellos no se han dado cuenta de que nosotros estamos aquí, de ser así, no habrían esperado nada para atacarnos. Dejemos aquí a las chicas y vamos a ver qué esta pasando.

Chris se acercó a Heeseung y golpeó su pecho, al igual que con Sunghoon y los otros para poder despertarlos.

──¡Hey! ¡Arriba!

──¿Qué pasa? ¿Dónde está Yuna?

El rubio caminó a la puerta de la camioneta, lo imité y me senté en el asiento de copiloto, a esperar indicaciones.

──Changbin y Minho irán a los lados, Seungmin, Hyunjin, Felix y Han atrás. Jeongin ─lo observé. Sólo esperaba no salir, la herida de mi hombro todavía no sanaba del todo y con el frío me dolía incluso más─, cuida a las chicas.

──¡Gracias! Realmente no tenía muchas ganas de salir ─susurré, para no despertar a las demás.

Caminé de vuelta a la parte trasera del lugar, no sin antes de guardar dos de las pistolas de Chris a ambos lados de mi chaqueta.

Miré a So-yeon, estaba dormida en el asiento, sonreí con ternura al verla. Junto a ella estaban Yuna y Yeji, recostadas una sobre el hombro de la otra, eran adorables.

──¿Y nosotros qué? ─escuché a Jongseong preguntar.

──Nos cuidarán la espalda. Por ahora, esperen aquí. Si necesitamos ayuda, vayan por nosotros.

Todos asintieron y comenzaron a bajar de la camioneta sigilosamente.

──Yang... por favor, cuida bien de So-yeon. No dejes que nada le pase ─la voz del mayor se quebró levemente─. Y ten cuidado con las demás, solo son unas niñas ─agregó, antes de seguir a los demás fuera de la camioneta.

Después de que los chicos se marcharan, cerré las puertas y desactivé las alarmas, además de cubrir las ventanas con las pequeñas cortinas.

──¿Qué se supone que hagamos ahora, Jeongin hyung? ─cuestionó Riki.