Capítulo 2: ¿Estoy feliz?

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Capítulo 2: ¿Estoy feliz?

La misa, para mí, pasó súper rápido. No sé si fue por la emoción de tener mi medalla de aspirante o qué, pero no me di cuenta de lo rápido que pasó el tiempo sino hasta cuando tuve que despedirme de Sor Mariela y, sobre todo, de Valentina. Ella estaba intentando disimular frente a mí para no llorar pero yo sé que ella quería hacerlo así que la abracé y lloré primero que ella. Solo tardó unos segundos para que ella empezara a llorar también.

-Te voy a extrañar mucho Rocío- dijo aún abrazada a mí. – No sabes cuánto te extrañaré amiga.

-Yo también te voy a extrañar Val- le dije separándonos al tiempo que le acariciaba el rostro.

-Más te vale que me invites a la misa de tus votos- me dijo y yo reí. Ella sabía muy bien que ella ya estaba invitada aunque faltaban once años para hacer mis votos perpetuos.

-Ya es hora de irnos Valentina- dijo Sor Mariela extendiéndole la mano a Valentina.- Ahora ellas tienen cosas que hacer. Nos vemos pronto Rocío- y me abrazó, besándome en la cabeza. Yo la abracé y sonreí. Le debía mucho a Sor Mariela, sino hubiera sido por ella nunca hubiese llegado aquí.

Me senté en un pequeño muro que estaba al lado del gran árbol mientras veía como Valentina y Sor Mariela desaparecían detrás de la gran puerta. No lo podía creer. Estaba en el aspirantado. Mi sueño hecho realidad.

Miré alrededor y solo quedábamos tres sores y dos aspirantes más. Una de las aspirantes se sentó a mi lado y me sonrió. Yo le sonreí igual.

-Rocío, ¿cierto?- me preguntó.

-Sí, mucho gusto- le dije.

-Yo soy Laura Caminero, el gusto es mío- y me extendió su mano para saludar y así lo hice. – ¿Lista para esta nueva experiencia?

-Eso creo.

-¿Por qué no estás segura Rocío?- me preguntó, tomando mis manos entre las de ella.

-No lo sé- le respondí mirando al suelo.

-¿Cómo que no lo sabe? No entiendo, ¿te obligaron entrar al aspirantado?- preguntó poniendo una cara de terror.

-No no no, no me obligaron a nada. Si estoy aquí es porque quiero estar aquí.

-¿Entonces por qué la inseguridad?

-No sé cómo explicarlo. He querido estar aquí desde que tengo ocho años. Este ha sido mi sueño. Y al final se hizo realidad, estoy aquí, pero no sé el por qué de mi inseguridad- le respondí.

-Eso podría ser porque te estás separando de tu familia y tus seres queridos, de tus padres y tus hermanos pero creo que eso es normal. Yo estoy tiste porque me separo de mi familia pero estoy segura de mi decisión, y que si estoy haciendo esto, es porque es lo correcto.

-No creo que sea por eso- le dije ahora mirándola a los ojos. Sus ojos verdes ahora reflejaban confusión. -Soy huérfana, viví en una parroquia desde que tenía un mes de nacida, nunca conocí a mis pares, no sé si están vivos o por qué me abandonaron. Mi única familia es la Sor que me crió y Valentina, otra muchacha que llegó a la parroquia cuando tenía cinco años y, que desde entonces, hemos sido inseparables.

-¡Oh! Lo siento Rocío, no sabías que eras huérfana- dijo soltando mi mano.

-No te preocupes. No lo sabías- y le sonreí. Ella me sonrió y después la abracé.

-¿Amigas?- dijo poniéndose de pie y ofreciéndose su mano para pararme.

-Amigas- le dije y amabas reímos. 

Doble VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora