Capítulo 5: Ultimátum

572 23 0
                                    

Capítulo 5: Ultimátum

Después de la visita de mis padres, mi vida en el aspirantado no volvió a ser igual. Definitivamente no lo fue. No me podía concentrar en ninguna de las clases, no hablaba con las muchachas, ni siquiera con las Sores, no me confesaba con el Padre Rafael, en fin, no podía hacer nada. Ellos siguieron yendo a la Casa para hablar conmigo pero nunca los recibía, sabía con la historia con la que vendrían y no estaba dispuesta a creerles, aunque muy en el fondo, esperaba que esa fuese la verdad, que fue esa la razón por la cual no crecí con ellos.

Estábamos las chicas y yo ayudando a la señora de la cocina a fregar los platos de la comida, cuando Sor Canela entró a decirme que Sor Eloísa quería verme en su oficina. Yo me quité el delantal y fui a la oficina a ver que quería la Sor.

-Pasa y siéntate Rocío- dijo Sor Eloísa en cuanto entré a su oficina.

-Gracias Sor- respondí sentándome.

-Rocío, ¿sabes por qué estás aquí verdad?- me preguntó la Sor recostándose de su silla.

-Creo saberlo- le dije, sabiendo la verdadera razón.

-Rocío, tienes dos domingos sin confesarte con el Padre Rafael- inició diciendo.

-No me siento preparada para confesarme ahora Sor- la interrumpí.

-Ahora es cuando más deberías confesarte Rocío, es todo lo contrario.

-Pero no quiero hacerlo- y bajé la cabeza.

-¿Y cuándo planeas hacerlo entonces?- me preguntó haciendo que levantase la cabeza.

-Cuando tenga todas mis dudas resueltas.

-¿Y cómo crees que vas a hacer eso si nunca hablas con tus padres? No le das oportunidad, ¿o es qué esperas que las respuestas bajen del divino cielo?- me dijo la Sor con tono de reprimenda.

-No me siento preparada aún para hablar con ellos, dentro de un tiempo lo haré- le dije mientras se me aguaban los ojos.

-Eso es lo que no tenemos Rocío, tiempo. Dentro de once meses ustedes deben iniciar el Postulantado y yo tengo que ir haciendo mis reportes, ¿o es que quieres durar más de los dos años que durarán Janil y Laura?- dijo la Sor parándose de su asiento y colocándose detrás de mí.

-Es que no me siento preparada para hablar con ellos Sor- le dije al tiempo que las primeras lágrimas caían por mis mejillas.

-Pues debes hacerlo Rocío. O me veré obligada a hacer algo que no quiero- dijo la Sor dándome la espalda.

-¿A qué se refiere?- pregunté asustada. ¿Algo que no quiere?

-Rocío, como encargada del aspirantado es mi deber dar mi visto bueno a las jóvenes que pasan a la etapa del Postulantado, y si sigues con esa actitud de que no sabes cuándo vas a hablar con tus padres y que no estás preparada para eso, me veré obligada a no darte mi aprobación para que vayas al siguiente nivel- e hizo una pausa - y si no me das una respuesta mañana sobre qué vas hacer, tendré que sacarte del aspirantado- dijo la Sor sin ta siquiera mirarme.

En ese momento dejé de llorar. ¿Sacarme del aspirantado? No, no podía permitir eso. Este era mi sueño.

-¿Sacarme del aspirantado? Sor usted no sería capaz de hacerme esto, ¿o sí?- le pregunté poniéndome de pie frente a ella.

-No quiero Rocío. Eres una joven muy buena y realmente estás llamada a esta vocación, pero estás tomando una actitud egoísta e hipócrita que no es la que debe tener una Hija de María Auxiliadora. Si sigues así, me obligarás hacerlo, y de verdad que no quiero.

Doble VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora