Capítulo 28: La decisión correcta
De verdad que ese había sido el peor cumpleaños de mi vida. En tan solo un par de minutos mi amistad con Valentina había acabado aunque se pudo solucionar sin problemas, pero él, Alejandro, había hecho que mi cumpleaños se convirtiera en un desastre.
Me limpié las lágrimas y subí hasta el jardín donde estaban todos. Al verme triste mi madre se me acercó.
-¿Qué te pasa Rocío?
-Discutí con Val- le dije mientras me secaba las lágrimas que salían.
-¿Y por qué discutieron?
-Nada sin importancia, ya lo resolvimos.
-¿Y entonces por qué lloras?
-Porque he cometido el error más grande de toda mi vida, y no sé si pueda arreglarlo.
-¿Quieres hablar?
-Aquí no, alguien podría escucharnos.
-¿Tan serio es?
-No te lo imaginas.
-Entonces vamos a un lugar donde estemos a solas- y dicho esto la llevé a la segunda planta donde había un salón de lectura, ahí íbamos a estar mejor. – Cuéntame, ¿Qué pasa?
-Alejandro me besó- y dicho esto empecé a llorar.
-¿Cómo que te besó? ¿Ahora?- me preguntó sorprendida.
-Sí, me tomó por sorpresa, no sabía que haría algo así.
-¿Y qué hiciste?
-Lo besé también- dije avergonzada. No podía creer que lo había hecho.
-¡¿Qué hiciste que?!- gritó mi madre – Rocío por Dios ¿Cómo has podido?
-Lo sé mamá, sé que está mal pero no lo pude evitar. Quería besarlo.
-¿Qué pasó después?
-Le dije que eso estaba mal, que había tomado la decisión de ser salesiana y que dentro de siete años haría mis votos perpetuos y él tenía que ser feliz con alguien más.
-Imagino que no se lo tomó muy bien.
-Me dijo que la única razón por la cual había venido hoy era para convencerme por última vez de regresar con ustedes, me dijo que lo nuestro podía funcionar, y que debía tomar una decisión final y que si le decía que no él, se resignaría y dejaría las cosas como estaban.
-¿Y qué le has dicho?
-Estoy hecha nada, ¿tú qué crees que le dije?
-Bueno Rocío es tu decisión, si él te dio la oportunidad de decidir y elegiste esto entonces asume tus consecuencias, pero debiste pensarlo antes de responderle.
-Lo sé, ahora me arrepiento de haberlo hecho.
Mi madre se puso de pie y salió del salón, yo salí minutos después. Bajé al jardín y terminé de pasar el resto de mi cumpleaños con mi familia y amigos. Por un momento me olvidé de todo lo que pasó: el embarazo de Valentinay el beso con Alejandro, y solo me dediqué a disfrutar de mi día.
Ya a las 2:30 de la tarde mis padres empezaron a despedirse de mí.
-No se vayan- les dije abrazándolos.
-No creas que no queremos, pero el camino de regreso a la ciudad es bastante largo y no quiero que nos llegue la noche en la autopista.
-Cuídate preciosa- dijo mi madre besándome en la mejilla – y suerte con tus planes.
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Doble Vida
RomanceDos vidas. Una misma persona. ¿Será posible? ¿O algo totalmente catastrófico?