Capítulo 19: ¡Sigo siendo Rocío!
Una semana había pasado desde el cumpleaños de mi mamá y desde la noche en que me había besado con Alejandro. El tiempo en casa de mis padres se me acababa y ya solo me quedaba tres semanas con ellos. Los tres estábamos tristes, ninguno quería que nos separásemos pero, después de mucho analizar mi situación, decidí que lo mejor para mí era volver al aspirantado y continuar con mi proceso. Habían demasiados contra en abandonar lo que más había querido en mi vida por un chico al que acababa de conocer y el cual tenía la fama de mujeriego.
Nadie sabía que se me había dado la opción de elegir entre quedarme con mis padres o regresar al aspirantado y la verdad era mucho mejor de esa manera. Estaba arreglando mis cosas, preparandome para el día en que tuviese que dejar la casa de mis padres para regresar al aspirantado, cuando escuché que alguien tocó la puerta de mi habitación.
-¿Quién?- pregunté.
-El amor de tu vida- respondió Mariana al tiempo que abría la puerta y entraba – después de Alejo claro está- y rió y yo la miré con tristeza.
-Vale deja el juego por favor- le dije mientras me sentaba en la orilla de mi cama.
-¿Y esa cara?
-¿Y me preguntas? Dentro de tres semanas regreso al aspirantado y no quiero irme. No quiero dejar a mis padres.
-¿Y estás segura de que solo es a ellos que no quieres dejar?
-Mariana por favor, esto es serio- le dije mirándola ahora.
-Serio es lo que se va a hablar allá abajo- dijo Mariana tan bajito que casi sonó como un susurro.
-¿Qué? ¿Qué pasa?- pregunté interesada.
-No lo sé- respondió ella – estaba en mi habitación cuando mamá entró y me dijo que me arreglara rápido que ella y papá tenían que venir a hablar con tus padres de algo muy importante. Y eso es extraño.
-¿Qué es lo que encuentras extraño? Lo más probable hablarán de algo relacionado con la empresa- le dije mientras me ponía de pie.
-No lo creo- y se puso de pie también.
-¿Por qué no?
-Porque están actuando de una manera extraña y sospechosa desde esta mañana. Después del desayuno, se encerraron con Alejo en el estudio de papá y después de esa conversación están actuando de forma rara.
-Serán imaginaciones tuyas Mariana- intenté convencerla – si algo grave pasara ellos te lo dirían.
-No necesariamente- y cruzó sus brazos en señal de enfado – no confían en mí.
-Y me pregunto por qué- dije sarcásticamente a lo que ella me respondió sacándome la lengua y yo por igual.
Mariana me estaba ayudando a recoger algunas cosas puesto que no podía llevarme todo lo que mis padres me habían comprado durante mi estancia en la casa. Muchas de mis cosas se las regalé a Mariana, otras las guardé para regalárselas a Valentina y una que otra cosita a Carla.
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Doble Vida
RomanceDos vidas. Una misma persona. ¿Será posible? ¿O algo totalmente catastrófico?