Capítulo 20: Último día

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Capítulo 20: Último día

Las tres semanas que siguieron después de que mis padres supieran que me había besado con su ahijado, pasaron súper rápido. Intentaba pasar el mayor tiempo posible con mis padres y disfrutar a cada momento con ellos pero, lamentablemente, el día de mi partida tenía que llegar.

Era sábado y aún estaba acostada en mi cama cuando sentí que alguien entraba en mi habitación.

-No tienes que despertar- distinguí la voz de mi madre.

-¿Qué hora es?- pregunté mientras me sentaba en mi cama.

-Las 9:35- respondió.

-Mejor me despierto ya- y dicho esto me levanté y fui al baño a asearme.

Cuando salí del baño mi madre ya no estaba en mi habitación así que me cambié para bajar a desayunar con ellos. Al bajar vi a mi madre sentada en uno de los sillones de la sala leyendo algo a lo que me senté a su lado y le di un beso en la mejilla.

-¿Por qué no estás desayunando?- le pregunté.

-Porque tu padre dijo que no lo hiciera sin él- respondió sin quitar su mirada de lo que leía – además quería hablar contigo a solas- y dicho esto cerró lo que tenía en sus manos y me miró.

-¿Sobre qué?

-Lo que pasó entre tú y Alejo.

-Pensé que ese tema había quedado resuelto- dije algo incómoda.

-Rocío, soy tu madre, y aunque solo tengo seis meses viviendo contigo, me preocupa lo que te pasa. Sé que frente a tu padre no dijiste toda la verdad pero quiero que conmigo seas sincera, quiero que me veas como una amiga y me lo cuentes todo.

-¿De qué servirá decirlo ahora?

-No te obligaré a algo que no quieras- dijo mientras volvía su atención a lo que estaba leyendo.

-De acuerdo- y ella volteó a verme – ¿Qué quieres saber?

-¿Qué fue lo que pasó mientras acampábamos?

-Alejandro intentó besarme cuando regresábamos al campamento después del río.

-¿Y fue por eso que le pediste a tu padre que durmiera con él?

-Sí, no podía dormir con él después de saberlo.

-¿Saber que él estaba enamorado de ti?

-Además de eso- respondí ahora moviéndome incómoda en el sillón.

-¿Qué más hay?- preguntó curiosa.

-Estoy enamorada de Alejandro- le dije de una. Mi madre me miró sorprendida mientras su boca se abría en shock.

-¿Enamorada?- repitió.

-Sí, lo sé, sé que está mal pero no pude evitarlo.

-Rocío sabes que lo que me estás diciendo es algo serio- y yo asentí - ¿Cuándo te diste cuenta de que estabas enamorada de él?

-Después de cenar, la noche que él intentó besarme.

-¿Entonces por qué regresarás al aspirantado si estás enamorada de alguien?

-Porque debo hacerlo. Sino lo hago nunca podré sacármelo de la cabeza y debo hacerlo.

-Uno no manda en el corazón Rocío, uno no controla de quien se enamora.

-Pero yo decidí ser monja, y quiero serlo, por eso tengo que regresar al aspirantado, porque sé que con el tiempo lograré olvidarme de él.

-¿Pero por qué insistes en ser monja cuando es obvio que Dios tiene otros planes contigo?

Doble VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora