Capítulo 13: Fin De Semana
Al fin ya había llegado diciembre, mi época favorita del año, no solo por ser un tiempo con el cual estar en familia y eso, sino también por ser cuando nuestro Señor Jesús vino al mundo.
Yo estaba más que feliz de pasarla con mis padres, Jeremías y los Delacorte por primera vez. Aún faltaba una semana para la víspera de navidad cuando un día mi madre entró a mi habitación mientras yo aún seguía dormida.
-¿Estás despierta?- preguntó entrando a mi habitación mientras abría las cortinas de la ventana del balcón.
-Ahora si lo estoy- le respondí tapándome la cara con la sábana.
-Lamento despertarte cariño- dijo sentándose al borde de mi cama y acariciando mi rostro.
-¿Qué hora es?- pregunté aún medio dormida.
-Las 8:15 de la mañana.
-¿Y por qué me estás despertando?- pregunté poniendo una cara de enfado.
-Porque tienes que hacer tu bulto- respondió poniéndose de pie y yendo a mi closet.
-¿Bulto?- pregunté asustada. - ¿Por qué tengo que hacer mi bulto? ¿Me voy al aspirantado ahora?- no, yo no quería regresar aún.
-Hahahahaha no amor, no regresarás al aspirantado ahora. Tienes que recoger algo de ropa para este fin de semana.
-¿Para dónde vamos entonces?- pregunté aliviada.
-Tú irás a casa de los Delacorte. Tu padre y yo iremos a Alemania- dijo saliendo del closet con un bulto en su mano.
-¿A casa de los Delacorte?- pregunté.
-Sí. Tu padre tiene que viajar a Alemania a firmar un contrato con una empresa y me pidió que lo acompañara. No sabíamos si querías ir así que decidimos que te podías quedar con Fabián y Catalina.
-¿Por qué no me preguntaron entonces?- pregunté mientras iba por una toalla al closet.
-Pensamos que dirías que no, además de que es un viaje de negocios y te aburrirías allá tú sola sin nadie con quien poder hacer algo divertido. Alguien de tu edad me refiero. Pero solo será tres días nada malo va a pasar, además estarás con Mariana y Alejandro y sé que no se aburrirán- dijo sonriendo y saliendo de mi habitación.
Alejandro, justamente con él. Estaré todo un fin de semana en su casa y con la última persona con la que quisiera estar se llama Alejandro Delacorte. No con muchos ánimos me bañé, lavé mis dientes, me vestí con lo primero que encontré, me hice una cola en el pelo y empecé a empacar lo que iba a necesitar estos tres días que estaría en casa de los Delacorte.
Bajé con mala gana al primer piso a desayunar donde estaban mis padres ya haciéndolo. Saludé a mi padre con un beso en la mejilla y a mi madre por igual antes de sentarme a desayunar con ellos.
-¿No estás enojada por no llevarte a Alemania o sí?- me preguntó mi padre al ver que no había dicho palabra durante el desayuno.
-Si se hubieran dignado a preguntar tan siquiera- respondí bajito.
-Perdón Rocío no pensamos que quisieras ir- se disculpó.
-No te preocupes, estaré con Mariana todo el fin de semana así que estaré mejor en su casa de lo que hubiese estado en Alemania con ustedes- dije cortante.
-No me gusta verte si pequeña- dijo con tristeza mi madre.
-¿Verme cómo? Estoy igual que siempre- y me paré de la mesa. – Ahora si me disculpan tengo que terminar de empacar lo que voy a necesitar- mentí – con su permiso- y subí a mi habitación y la cerré con seguro.
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Doble Vida
RomanceDos vidas. Una misma persona. ¿Será posible? ¿O algo totalmente catastrófico?