Capítulo 17: Pecado, pecado
Corrí, corrí, corrí y seguí corriendo sin rumbo fijo, no sabía hacía dónde estaba corriendo. Lo único que quería era alejarme de Alejandro Delacorte lo más que pudiera. Corrí hasta encontrarme con las chicas, las cuales al ver mi expresión, se asustaron.
-¿Qué pasó Rocío? ¿Y esa cara?- preguntó consternada Paula.
-¿Dónde está Alejo?- preguntó Mariana al ver que estaba sin él.
-Yo.... Él.... Estaba...... Nosotros....- no podía gesticular palabra alguna. Lo que acababa de ocurrir entre Alejandro y yo no era para menos. ¡Intento besarme! ¡BESARME!
-¿Dónde está Alejo Rocío?- ahora preguntó Paula.
-Aquí estoy- respondió él apareciendo detrás de mí con una cara de frustración y de enojo. Me pasó por el lado y ni me miró. Me ignoró por completo.
-¿Por qué se quedaron atrás?- preguntó Mariana mientras Alejandro, enojado por lo que pasó, o mejor dicho, lo que no pasó, le quitaba el mapa a Paula y empezaba a caminar.
-Nada que te importe Mariana- dijo tajante Alejandro. Bueno, creo que lo que le hice lo hizo enojar mucho.
-¡Hey! A mí no me hables así que yo no tengo la culpa de que tengas esa actitud de perro enojado- le recriminó Mariana – soy tu hermana y solo me preocupaba por ti.
Mientras todo esto, yo permanecía en silencio. No me atrevía a decir nada y mucho menos frente a él. Él y Paula se fueron adelante guiándonos mientras Mariana y yo íbamos detrás de ellos.
Yo permanecía callada. No sabía si contarle a Mariana o mejor que eso quedara entre nosotros dos. Al final decidí que lo mejor era que mientras menos personas lo supieran mejor serían las cosas entre las dos familias puesto que aunque solo me quedaba tres meses en casa de mis padres tendría que verlo cada vez que nuestros padres se reunieran o en cualquiera otra ocasión.
-¿Y tú si me vas a decir que fue lo que pasó entre tú y Alejandro para que el llegara con ese humor?- me preguntó Mariana sacándome así de mis pensamientos.
-¿A qué te refieres con lo que pasó?- le dije intentando convencerla de que nada había ocurrido minutos antes.
-No soy tonta ni me tomes como tal- respondió indignada – sé que algo pasó entre ustedes. Alejo nunca es así y de repente se pone salvaje y agresivo después de que ustedes se pierden por unos minutos en el bosque. Cuéntame que pasó.
No podía. No podía mentirle a Mariana. Se trataba de su hermano y por más que quisiera tenía el presentimiento de que ella se iba a enterar tarde o temprano. La quería demasiado así que decidí contárselo. – Alejandro intentó besarme- le dije de una vez. Ni yo misma me creía lo que decía.
-¡NO PUEDE SEEEEEEEEER!- gritó Mariana provocando que Alejandro y Paula se voltearan hacia nosotras y yo le hacía señas para que hiciera silencio. Mariana empezó a brincar y a aplaudir como una desquiciada y una sonrisa de satisfacción no se borraba de su cara. – Lo sabía, sabía que él te besaría pero nunca pensé que lo fuese hacer en una situación como esta- dijo con ojos soñadores – aunque estamos hablando de Alejo por lo que no me sorprende que eligiera el momento menos indicado para hacerlo- dijo ahora media pensativa.
-¿Cómo que sabías que iba a intentarlo?- le pregunté cayendo en cuenta de las palabras que había dicho.
-Es que eso era más que obvio Rocío- dijo abrazando mi hombro – Alejo está que bota la babita por ti, está más que enamorado de ti y no es algo de ahora, es de hace mucho tiempo, creo que desde que te conoció la primera vez en casa de tus padres- dijo poniendo su dedo índice en el mentón en señal de estar pensando.
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Doble Vida
RomanceDos vidas. Una misma persona. ¿Será posible? ¿O algo totalmente catastrófico?