Capítulo 14: Vieja Bruja
Después del fin de semana desastroso que había pasado en casa de los Delacorte lo que le siguió fue mejor. Llegó la víspera de noche buena y ese día, lamentablemente, tuve que ver a Alejandro ya que fuimos a cenar a su casa pero el día de navidad, el que realmente me importaba, fue el mejor día de toda mi vida. Me lo pasé con mis padres en casa, llamé a Valentina para que estuviera conmigo y la verdad que me lo gocé cantidad.
Al día siguiente del día de navidad mi padre entró a mi habitación y me besó en la cabeza despertándome. Lentamente abrí los ojos y lo vi sonriéndome mientras me acariciaba el pelo. Yo le sonreí y en ese momento me percaté de que fuera mi padre quien me estuviera levantando y no mamá que es quien siempre lo hace.
-¿Qué hice?- le pregunté media dormida aún.
-¿Qué?- preguntó él confundido.
-¿Por qué me vienes tú a levantar y no mamá?
-Porque quería ser yo quien lo hiciera hoy- respondió sonriendo – además para avisarte que vamos a salir así que prepárate que nos vamos dentro de una hora- y con esto salió de mi habitación.
Con mucho pesar me levanté de mi cama, fui al closet, tomé una toalla y fui a mi baño a asearme para luego bajar a desayunar. Como papá dijo que íbamos a salir me puse una blusa de tiros blanca y un pantalón color negro que me quedaba un poco mas debajo de la rodilla, me hice un paje en el pelo y me puse unos zapatitos negros que mamá me había comprado.
Cuando bajé a desayunar ya mis padres lo estaban haciendo. Saludé a mi mamá con un beso en la mejilla y a mi papá por igual.
-¿Y para dónde vamos?- pregunté mientras comíamos.
-A pasar el día con Jeremías- respondió mi padre y vi como mi madre lo miraba enojada. ¿Estaban peleados?
-¿De verdad?
-Sí, se irán todo el día- dijo ahora mi madre mientras evadía a mi papá que la miraba fijamente.
-Que bien- respondí algo incómoda - ¿están peleados?- pregunté finalmente.
-¿Peleados?- y mi padre me miró extrañado.
-Sí, peleados.
-¿Por qué la pregunta?- habló mi madre.
-Porque estas evadiendo a papá, no lo miras ni le respondes, eso se nota- le respondí a mi madre.
-No estamos peleados....- comenzó mi padre.
-No lo estamos y ya- interrumpió mi madre – amanecí algo mal hoy y no me siento bien, es todo.
-No te creo- le dije sin mirarla.
-¿Cómo que no me crees?- y paró de comer.
-Así mismo: no te creo- y yo también paré de comer – tú nunca tratas a papá de la forma en como lo estás haciendo ahora y se nota que estás enfadada con él. Aunque no sé las razones por las cuales ustedes dos estén molestos no me gusta verlos así.
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Doble Vida
RomanceDos vidas. Una misma persona. ¿Será posible? ¿O algo totalmente catastrófico?