Capítulo 26: Noviciado
A la mañana siguiente nos despertamos, nos cambiamos con nuestra ropa y bajamos a la oración de buenos días. Nos dio mucha tristeza ver a Janil con el uniforme y nosotras no, pero ella disimulaba muy bien que esa decisión no la afectaba.
Después de desayunar Sor Lourdes nos indicó que fuésemos a dejar los uniformes en el cuarto y que luego fuésemos por nuestras maletas porque, según ella, el camino para llegar al noviciado era bien largo.
Al bajar, vimos a Janil que nos esperaba en la puerta con una gran sonrisa. De verdad que no sabía como lo hacía, yo no lo hubiese tomado así.
-Espero verte pronto- le dije mientras la abrazaba.
-No se preocupen que pronto me verán en el noviciado- y me sonrió.
-No te olvides de nosotras- la abrazó Laura.
-Jamás podré olvidarme de alguien como tú- le dijo con una gran sonrisa.
-De verdad que estoy muy triste de que te quedes- le dijo Elaine.
-No te preocupes- y rió – tomaré tu lugar por dos años hasta que vengan las cuatro aspirantes que iniciaron y una de ellas tome mi lugar- dijo burlonamente y las cuatro reímos.
-Vamos niñas- dijo Sor Lourdes pasando por nuestro lado – el taxi nos espera.
Nos despedimos por última vez de Janil antes de montarnos en el taxi que nos llevaría al noviciado, o al menos, eso creía yo, ya que me sorprendí mucho cuando el taxi nos dejó en la parada de autobuses.
-¿Qué hacemos aquí Sor?- preguntó Laura también extrañada.
-Las llevaré al noviciado- dijo al tiempo que entraba a la gaceta y compraba los tickets.
-¿Y dónde es el noviciado?- preguntó Elaine.
-En Viande- dijo la Sor mientras nos pasaba los tickets y nosotras nos sorprendíamos. ¿Viande? ¿El noviciado quedaba en Viande? Mis padres no irían todas las semanas a vernos. Ese pueblo estaba a 184 km de la ciudad, ¿Cómo me visitarían mis padres?
-¿Viande?- preguntó Elaine.
-Si, Viande. El noviciado es una etapa ya más seria, incluso más que el Postulantado. Esta etapa es el período de iniciación en la vida religiosa salesiana donde las novicias viven inmersas en una comunidad con las que comparten el proyecto comunitorio en momentos de oración y fraternidad, colaborando en diversas actividades apostólicas.Por eso, necesitan estar en un lugar de paz para que puedan reflexionar más sobre su vida apostólica, además de que necesitan comunidades cercanas al noviciado, pero que no estén lo suficientemente cerca como para interferir en sus actividades.
Estuvimos sentadas como media hora hasta que por fin llamaron a nuestro autobús para abordar. Minutos después de subir ya estábamos de camino hacia Viande, el lugar que sería mi casa por los próximos dos años de mi vida.
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Doble Vida
RomanceDos vidas. Una misma persona. ¿Será posible? ¿O algo totalmente catastrófico?