Tocaron el timbre de la puerta. Un hombre de traje quien parecía ser un guardaespaldas o algo parecido recibió a una persona de baja estatura, delgado, cabello negro, con la piel bastante blanca y con un lindo rostro angelical.
Izuku se había vestido y preparado de esa forma para no ser reconocido por nadie.
A su corta edad era un profesional en el tema, y no era por nada pero, él era un chico prodigio.
Era muy creativo e inteligente. Cuando cometía un crimen, nunca se le encontraba por más que la policía investigara.
En el mercado negro, él ofrecía el servicio de "La Daga Verde", servicio de asesinato a sueldo, y si, quizás era muy joven, demasiado joven para estar ahí dentro. Pero mientras no se tratara de nadie inocente, él lo haría sin dudarlo.
Pero algo en él lo necesitaba, una sed insaciable que lo consumía desde pequeño.
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Hace muchos años.
Un Izuku de 9 años, escuchaba a sus padres discutir. Otra vez.
Se tapaba sus oídos mientras deseaba que eso parara. Se odiaba así mismo por no poder proteger a su propia madre.
Quería ir i defenderla de ese hombre al que tenía que llamar "padre".
Lo odiaba. Por alguna razón, siempre que se llevaba a su madre a la recámara, él era obligado a ponerse unos audífonos con música. ¿Porque?
Bueno, Inko siempre regresaba con golpes por todas partes. Con sangre y llorando.
Esa, era una de aquellas peleas donde empezaban con gritos, y luego con golpes.
- IZUKU, PONTE LOS MALDITOS AUDÍFONOS Y QUÉDATE AQUÍ ABAJO.
Le gritó en forma de orden el hombre.
Izuku tembloroso y con lágrimas en sus ojos, se los puso. Y solo pudo lograr ver como el hombre de llevaba a su madre del cabello hacia la habitación mientras ésta lloraba.¿Porque la trataba así? ¿Ella era mala? No... Ella era un ángel, su ángel. Era buena, era amable, era linda. Siempre le complacía con rica comida y siempre daba lo mejor de sí misma.
¿Porque si era tan buena madre y esposa él le hacía daño?Algo comenzó a sentir Izuku, una combinación de adrenalina y emoción, así como de enojo y odio, comenzó a respirar agitadamente mientras en los audífonos se escuchaba una canción de ópera.
De un momento a otro la música calló en su mente, y escuchó un fuerte zumbido que lo hizo retorcerse en el suelo dejando los audífonos.
Y comenzó a escuchar, gritos, de su madre, su madre lloraba y gritaba del dolor.. algo en Izuku volvió a sentir la necesidad de ir contra aquel hombre y acabarlo.
En su mente solo se ecuchaban susurros diciendo:
Mátalo.. Mátalo.. debes matarlo... Mátalo Izuku.
- Debo.. matarlo..
Dijo en casi un susurro. Pero Izuku no era un niño cualquiera. Sabía que no podía él solo ir a atacar a su madre. Aunque le doliera, tenía que buscar una forma de acabe con él mientras golpeaba a su mamá.
Tomó los audífonos del suelo y se los puso para pensar mejor. La música de ópera no era de su agrado pero no podía concentrarse con los gritos dolorosos de su madre.
Izuku entonces se le ocurrió una maravillosa idea, una idea que haría parecer un accidente. Incluso su madre se lo creería.
Después de que el padre terminara de golpear a su madre, se emborracharía y encerraría en su habitación.
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RECLUSO (Katsudeku)
Fanfic- Izuku Midoriya, 20 años. Sospechoso de 45 asesinatos en Japón, ninguno demostrado, señalado de homicidio doloso con pruebas contundentes y testigos. Te consideras ¿Inocente o Culpable? - Culpable. - Izuku Midoriya, usted que se ha declarado culpab...